Estos cambios, que la organización de consumidores enmarca "dentro de los ajustes lógicos del periodo estival", no están teniendo a su juicio en cuenta la demanda real del servicio en diversas líneas, "lo que provoca que muchos vehículos alcancen su capacidad máxima de viajeros teniendo incluso que dejar a gente en las paradas".
Esto "molesta y deteriora la calidad del servicio al no poder confiar el viajero realmente en cuándo podrá llegar a su destino. Y también para quienes consiguen hacer espacio en el interior, por la intensa masificación e incomodidad que esto supone a la hora de desplazarse", agregan desde Facua.
Según sus datos, esta situación actualmente afecta a las líneas SN, que cruzan la ciudad, así como a la LAC, "que ha pasado de sus frecuencias habituales a tardar hasta ocho o diez minutos en algunas expediciones. Un tiempo excesivo, al igual que las frecuencias del resto de líneas que incluso han llegado a doblarse, que también es fuente de problemas para los usuarios".
Por ello Facua reclama más flexibilidad a la empresa Rober y al ayuntamiento para acercar el servicio a las necesidades reales de los usuarios y a mantener la calidad del servicio. La organización también critica la existencia de vehículos que circulan con el aire acondicionado averiado o con un funcionamiento deficiente pese a las altas temperaturas.
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