Decía aquella famosa sintonía de televisión del programa Biblioteca Nacional (1982), con letra de Jesús Munárriz y música de Luis Eduardo Aute, que "todo está en los libros". Siguiendo esta premisa, La Casa Encendida de Madrid y el Arts Santa Mònica de Barcelona han coproducido una exposición, Bibliotecas insólitas, que tiene como punto de partida la utópica idea de la biblioteca como ese contenedor que quiere (y no puede) abarcar toda la memoria del mundo.

De este modo su comisaria, Glòria Picazo, ha reunido en torno a esta muestra a un grupo de artistas que reflexionan con sus obras sobre la idea de archivo y de libro como fuente inagotable de sabiduría. Unidos todos ellos, además, por su profundo interés por el libro y por las ediciones de artista.

Así encontramos trabajos como los de Ignasi Aballí (Barcelona, 1957) que en su serie fotográfica Prólogo-Epílogo (2012), reúne a modo de díptico dos páginas de dos libros en las que únicamente aparecen estas dos palabras defendiendo su máxima de que "cuanto menos hay que ver, más deseos hay que ver". Otra serie fotográfica presente es la del artista mexicano Iñaki Bonillas (1981), que en La biblioteca de los hombres calvos, asocia imágenes de las cabezas de varios autores con los libros de filosofía, arte, política o música que les pertenecen.

Otro autores como Fernando Bryce (Perú, 1965) y Juan Pérez Agirregoikoa (San Sebastián, 1963) se acercan al concepto de biblioteca a través de una disciplina como el dibujo. El primero de ellos, parte de documentos oficiales y artículos aparecidos en la prensa durante la construcción del canal de Panamá para elaborar su serie Panamá. Por su parte Agirregoikoa, presenta la publicación You are entering a World of Pain (2012), en la que aparece una serie de dibujos a carboncillo que identifican el comportamiento animal de los perros con el comportamiento de los humanos en situaciones de violencia.

La veterana Dora García (Valladolid, 1965) muestra todos los libros que ha creado, entre ellos, Múltiples y colectivos (1997-2006), que incluye una serie de carteles con frases realizadas en pan de oro. También se reúnen todas las publicaciones de Francesc Ruiz (Barcelona, 1971), que él mismo ha reconvertido en biblioteca selvática, cambiando las cubiertas de mil ejemplares de sus obras por una selección de imágenes de plantas de interior que invaden por completo la biblioteca.

La instalación Biblioteca sin títulos creada para la exposición por Enric Farrés (Gerona, 1983) recoge en una estantería todas las ediciones de Farrés Durán más algunos libros de su biblioteca personal. Todos ellos están colocados al revés, mostrando su borde frontal, para no ser identificados a primera vista, tomando como modelo la biblioteca de El Escorial en la que en el siglo XVI los libros de autores antiguos se colocaron con los cantos dorados hacia fuera.

Por su parte, la pareja formada por Clara Boj y Diego Díaz (Murcia, 1975), más conocida como Lalalab, presentan Data Biography, un proyecto en el que se investigan a sí mismos a través de "la nube" e indagan en todos los aspectos de su vida que han dejado huella en la biblioteca digital. El proyecto empezó en enero y se prolongará hasta finales de año para poder recopilar su actividad en redes durante todo un año.

La exposición, que puede verse en La Casa Encendida hasta el 10 de septiembre, cuenta además en el espacio central del recorrido expositivo con lo que se ha denominado "sala de reserva", lugares de las bibliotecas en la que antaño se aislaban aquellas ediciones singulares, de gran valor, prohibidas o visitadas solo por bibliófilos. En ella se podrán encontrar libros de Ed Ruscha, Lawrence Weiner, Dieter Roth, Sol LeWitt, James Lee Byars o Marcel Broodthaers, o de españoles como Isidoro Valcárcel Medina, Concha Jerez o Eugènia Balcells.