Los pequeños tienen siete y trece años y, a pesar de su corta edad, cuentan con un amplio bagaje: han dado la vuelta al mundo junto a sus padres, han visto de cerca desconocidas especies animales, han acampado en pleno desierto y han cenado bajo las estrellas en medio de la sabana.

Este nuevo formato, que la cadena produce con la colaboración de Big Bang Media y Noski Productions, muestra la experiencia vital de los Canela-Margarit, una atípica familia de corazón nómada que ha hecho de la aventura y la naturaleza el motor que mueve sus vidas.

Ahora, las cámaras de Cuatro han querido acompañarles en una apasionante aventura alrededor del mundo en busca de animales amenazados o en peligro de extinción para que el padre, un prestigioso fotógrafo medioambiental, consiga la foto soñada.

SIN PERDER LAS RUTINAS FAMILIARES

Los espectadores no sólo contemplarán increíbles parajes y asombrosas especies animales, sino que también descubrirán cómo se relacionan los protagonistas con la población autóctona de los lugares que visitan, su emoción y sus pequeñas'decepciones'.

Con una espectacular fotografía y un estilo narrativo lleno de entusiasmo, Espíritu salvaje mostrará cómo conciliar el objetivo del viaje, la búsqueda de especies en vías de extinción con las rutinas propias de una familia cuyo hogar se traslada a la selva, el desierto o la montaña.

Comprar provisiones para pasar varios días en medio de un parque natural; cocinar en singulares circunstancias e instalar su campamento; hacer los deberes o jugar cuando no hay niños ni juguetes en cientos de kilómetros a la redonda formarán parte de la aventura tanto como la propia expedición.

LOS CANELA-MARGARIT

Andoni, padre y fotógrafo especializado en periodismo ambiental, disfruta como un niño cuando está en plena naturaleza. Es divertido, bromista e ingenioso. Según Unai, "es un papá genial, menos cuando le da por poner problemas de mates. Hace fotos como nadie y unos huevos fritos excelentes".

Meritxell, madre y periodista, es la más paciente de toda la familia, tiene un gran interés por conocer la gente, la historia y las curiosidades de todos los lugares que visitan. Narra como nadie los cuentos que se inventa durante su viaje.

Unai, que tenía 12 años en la grabación de Espíritu Salvaje, es el guía de esta extraordinaria aventura. Revelará a la cámara características y curiosidades de cada especie animal mientras descubre lugares remotos y un planeta con graves problemas medioambientales.

Durante la grabación del programa, Amaia tenía entre cinco y seis años. Celebró su sexto cumpleaños en Groenlandia, uno de los destinos del viaje. Tiene las ideas claras y es muy valiente, capaz de adaptarse a cualquier situación y dormir en cualquier sitio.