El jefe del Estado Mayor del Ejército de Portugal, Frederico José Rovisco Duarte, admitió este jueves que hubo errores militares graves e "inadmisibles" en la base militar donde se produjo el robo de material bélico hace una semana.

Rovisco Duarte reconoció estos fallos durante una audición, a puerta cerrada, en la Comisión de Defensa del Parlamento, en la que apuntó a "un problema del comando" en la base de Tancos y no mencionó responsabilidades políticas, según informan medios lusos.

El jefe del Ejército aseguró que se siente "humillado" con lo ocurrido y que no comprende cómo se produjo un intervalo de veinte horas entre las rondas de vigilancia que los militares debían efectuar en la base.

Con ello, justificó su decisión de suspender a cinco comandantes que eran responsables de determinar qué efectivos debían asegurar la seguridad en Tancos, en el centro del país.

La audición urgente de Rovisco Duarte fue aprobada por unanimidad el pasado martes en el Parlamento portugués, así como la del ministro de Defensa, José Alberto Azeredo Lopes, que hablará este viernes en la misma comisión.

La Fiscalía confirmó que hay una investigación por sospechas de "crímenes de asociación criminal, tráfico de armas internacional y terrorismo internacional" y la OTAN ha sido informada del robo de material, entre el que había granadas de mano y de gas lacrimógeno, municiones, cartuchos y otro tipo de explosivos.

Tras reunirse con todos los servicios y fuerzas de seguridad del Estado, el Gobierno luso decidió que no existen motivos que obliguen a elevar el nivel de amenaza en el país y lo mantuvo en "moderado".