Según informa el Instituto Armado en un comunicado, se trataría de un clan familiar en el que una mujer, L.B.G., de 60 años, ejercería de jefa y controlaría todo lo relacionado con la venta de la droga, si bien, en ocasiones delegaría principalmente en dos de sus hijas, L.F.B. y R.F.B., de 46 y 40 años, respectivamente.

De la venta de cocaína a domicilio, previa llamada telefónica de los consumidores, se encargaría un hijo, S.F.B., de 38 años, y su esposa, M.I.T.G., de 31 años.

Estas personas y otras también detenidas llevaban una intensa actividad y proveían de droga a consumidores de Lora del Río, pedanías y poblaciones limítrofes. La Guardia Civil procedió al registro de tres viviendas implicadas en el tráfico de droga.

Los miembros de esta organización tomaban fuertes medidas de seguridad, dotando a las viviendas de cámaras de vigilancia de alta calidad, entre otras medidas, lo que ha dificultado la labor de los agentes.

Las tres viviendas en las que se vendía droga estaban conectadas entre sí por un sistema de timbres de alarma que se accionaban desde el dormitorio de la jefa y matriarca del clan. Las puertas de entrada estaban reforzadas, y los agentes en los registros también encontraron un transmisor de radiofrecuencia.

Tras los registros, los agentes se han aprehendido de 5.500 dosis de cocaína, 100 gramos de metanfetamina, cierta cantidad de marihuana, una pistola detonadora de ocho milímetros, dos armas largas con mira telescópica, gran cantidad de joyas, 10.644 euros en efectivo, un vehículo de gama alta y otro utilitario usado para la distribución. De los 12 detenidos, cuatro han ingresado en prisión y el resto se encuentra en libertad a la espera de juicio.

Los componentes del área de investigación de la Guardia Civil de Lora del Río iniciaron la 'Operación Zalada' en diciembre de 2016 con el objetivo de esclarecer la existencia de un posible grupo organizado dedicado al tráfico de cocaína.