Lo inauguraron este fin de semana con un campeonato. «¿Deporte para todos? No para los escaladores». Así de tajante rebate el colectivo de escaladores de Sevilla la campaña que el Instituto Municipal de Deportes tiene colgada por toda la ciudad. Desde hace meses vienen denunciando el cierre del único rocódromo donde podían entrenar: el del Polideportivo San Pablo, que lleva ya casi dos años sin uso.

«Estaba en muy malas condiciones, poco seguro. Y, haciendo suyas nuestras quejas, el Ayuntamiento lo cerró y se olvidó de él», cuenta Kiko López, del Grupo de Montaña Arándano. Para suplir esta carencia, varios grupos de escaladores han creado el Rocódromo Público de Autogestión Deportiva El Roko, ubicado en el antiguo colegio público San Bernardo. Ahora es un centro social okupado, al estilo de Casas Viejas.

«Todo lo hemos rehabilitado nosotros. Cambiamos las cubiertas para adecentarlo. Ahora es el rocódromo cubierto más grande de Andalucía», explica Curro Martínez mientras se aúpa a una de las 4.000 presas que tiene este recinto de 200 m2 escalables. De él se benefician más de 30 escaladores que vienen a entrenar cada tarde.

Este fin de semana lo inauguraron oficialmente con el V Open de Escalada Ciudad de Sevilla modalidad bloque. «Necesitamos que funcione pronto el de San Pablo. Aquí ya no cabemos».