En un anuncio publicado en algunos medios de comunicación, el Ministerio de Fomento asegura que el objetivo del viaje era «comprobar la conclusión de las obras y no alcanzar una determinada velocidad». La velocidad media fue de 150 km/h y la máxima, 167 km/h.

El anuncio publicitario recalca que la velocidad a la que se viajará cuando el servicio entre en funcionamiento será la prevista: 300 kilómetros por hora.

En relación con el polvo que entró en varios de los vagones del tren en el que viajaron numerosos periodistas, las empresas afirman que se debió a «su existencia habitual en toda la obra» y que desaparecerá tras una limpieza. Además, aclaró que los trenes que realizarán este servicio están «totalmente presurizados», al contrario que los de prueba que se usaron en este viaje (un talgo XXI diésel).

Pasos a nivel

Adif y Renfe afirman también que los dos pasos a nivel que existen en la entrada a Valladolid se deben a «un desacuerdo entre las administraciones involucradas» y que se eliminarán en un plazo «breve», aunque no está previsto que eso ocurra hasta que se entierre la vía, lo que sucederá, como pronto, en 2010.

Añaden que la catenaria no tuvo que usarse porque la maquinaria era diésel, aunque esta instalación está casi terminada y habrá tres subestaciones eléctricas.

Por último, notifican que hoy informarán de todas las tarifas y horarios. La ministra ya adelantó que cada trayecto en tren AVE costará  31,50 euros.

El billete, un 13% más que a Sevilla

Si se dividen los 31,5 euros que cuesta el AVE hasta Madrid por los 179 kilómetros que nos separan, sale 17 céntimos, un 13,3% más que los mismos trenes a Sevilla (0,15 euros/km). La explicación de Renfe es que los precios se calculan según una fórmula en la que también influye la distancia, y cuanto más lejos, más barato el kilómetro recorrido. El viaje hasta aquí sale igual, en proporción, que a Ciudad Real, que está a 171 kilómetros. Sin embargo, el precio a Segovia sale a 0,23 euros por kilómetro, un 35% más caro.