Los agentes encargados de la vigilancia e investigación de delitos cometidos en las explotaciones agrícolas y ganaderas de la zona de Calpe, el equipo ROCA, averiguaron después de diversas entrevistas con agricultores que podía existir una plantación de marihuana en la partida Albardanera de Pedreguer.

En las primeras investigaciones sobre el terreno, los efectivos

no observaron nada anormal a primera vista, solo un invernadero y una caseta de aperos típica de cualquier finca de agricultores.

Sin embargo, al registrar la finca descubrieron que la casa de aperos era utilizada para el secado de 46 plantas de marihuana, un total de 990 gramos en cogollos para su venta; mientras que en el invernadero había 90 plantas maduras que alcanzaban los dos metros y medio de altura.

En el resto del recinto no había ningún indicio más de cultivo de droga, pero a los oficiales les llamó la atención una manguera de agua que salía hacia el exterior de la parcela a través de la verja metálica que la delimitaba.

Al recorrer esta valla, los guardias civiles dieron con un agujero que se ocultaba tras una jaula grande de pájaros. Después de reptar por un túnel de arbustos, hallaron otras 129 plantas de marihuana en fase media de crecimiento.

RIEGO A MANTA CON CABALLONES

Estas plantas estaban ubicadas ordenadamente en una especie de bancal cavado en la tierra entre maleza de bastante altura y dispuestas para su riego a manta con caballones de forma que el agua del riego discurriera como un río, "un sistema incluso mejor que el que se encontró en el invernadero", destacan desde el instituto armado.

El propietario del terreno fue detenido por un presunto delito de cultivo y elaboración de droga. Dentro de la operación, se arrestó a otros dos hombres que facilitaron dinero para la compra y mantenimiento de la plantación, además de encargarse del riego y cuidados de la marihuana alternativamente.

Los sospechosos, de nacionalidad española, fueron puestos en libertad a disposición del Juzgado de Guardia de Dénia (Alicante).