El Gobierno central presentará la próxima semana la candidatura del Valle Salado de Añana (Álava) para su posible integración en la figura de protección Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El Valle Salado de Añana, situado en la localidad de Salinas de Añana (Álava), es un paisaje salino en el que se lleva produciendo sal de forma natural y mediante técnicas tradicionales desde hace más de 6.500 años. En mayo de 2015 su proyecto de recuperación fue reconocido con el Premio Europa Nostra de Patrimonio Cultural.

En un comunicado, la Delegación del Gobierno en el País vasco ha informado de que la presentación tendrá lugar con motivo de la celebración en Roma, entre los días 3 y 8 de julio, del 40º Período de Sesiones de la Conferencia de la FAO, a la que asistirá el subsecretario del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier De Andrés, ha mostrado este viernes su "satisfacción y alegría" porque el Valle Salado de Añana pueda ser reconocido por la FAO como uno de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial.

"El Valle Salado por su historia, por su singularidad paisajística y arquitectónica, y por la forma en la que los salineros han conseguido mantener vivo hasta nuestros días un sistema natural y tradicional de producción de sal reúne los requisitos para ser incluido dentro de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial", ha subrayado De Andrés.

El delegado del Gobierno ha hablado con el subsecretario del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, para "detallar y matizar los pormenores" de la presentación en Roma.

Asimismo, ha recordado que el Valle Salado es un proyecto de recuperación que el delegado del Gobierno en el País Vasco conoce "de primera mano", ya que durante su etapa como diputado general de Álava, entre julio de 2011 y junio de 2015, fue además presidente de la Fundación Valle Salado de Añana.