Barroso dice que recibió información falsa sobre Irak en la Cumbre de las Azores

  • "Vi documentos, los tuve frente a mí, que decían que había armas de destrucción masiva en Irak. Eso no correspondió a la verdad".
  • La posición de su Gobierno nunca fue la de "decir vamos a la guerra".
  • El ex presidente estadounidense Bill Clinton le mostró su convencimiento de la existencia de armas de destrucción masiva.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo que recibió información falsa relativa a la situación de Irak en la "Cumbre de las Azores", en la que hizo de anfitrión en su calidad entonces de primer ministro de Portugal.

Durao Barroso señaló que en ese encuentro se facilitaron informaciones "que no correspondían a la verdad", además de aclarar que "hay documentos en ese sentido", en una entrevista difundida por la emisora "TSF". Se refirió así a la reunión de marzo de 2003 en ese archipiélago atlántico portugués en la que tomaron parte el presidente de EEUU, George W. Bush, y los ex jefes de Gobierno británico y español, Tony Blair y José María Aznar, respectivamente, en la que se dio un ultimátum a Sadam Husein.

"Vi documentos, los tuve frente a mí, que decían que había armas de destrucción masiva en Irak. Eso no correspondió a la verdad", afirmó Durao Barroso. El presidente de la Comisión Europea destacó que si Portugal organizó en aquel momento la reunión de las Azores fue a petición de sus aliados y, en especial, de España.

Apoyo de aliados

"Realizamos -el entonces Gobierno portugués- la cumbre de las Azores porque nos fue pedido por nuestros aliados y amigos: Estados Unidos, el Reino Unido y, sobre todo, España", recordó, para matizar que la posición de su Gobierno nunca fue la de "decir vamos a la guerra". Además, recordó que en cuatro ocasiones repitió en el Parlamento luso que Portugal no quería una guerra.

Portugal adoptó esa postura que no perjudicó en nada su imagen en relación a sus socios europeos

Durao Barroso dijo además que durante una conversación posterior en Lisboa con el ex presidente estadounidense Bill Clinton, éste le mostró su convencimiento de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y que la intervención en ese país fue aprobada tanto por demócratas como por republicanos.

Afirmó que con el "sí" de Portugal a la intervención no se perdió nada respecto a Europa, como queda demostrado por el hecho de que poco después fue propuesto para la presidencia de la Comisión. "El hecho de Portugal de haber adoptado esa postura no perjudicó en nada su imagen en relación a sus socios europeos", sostuvo, para destacar que por otro lado reforzó la confianza de Estados Unidos en el país ibérico.

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