Siete de cada diez jóvenes españoles ven probable tener que trabajar en "lo que sea"

  • La mitad de los jóvenes cree que tendrá menos oportunidades que sus padres.
  • Para cuatro de cada diez existe alta probabilidad de tener que marcharse al extranjero.
  • Pesimistas en lo laboral, de pensamiento más progresista, sufren desafección con la política y su capacidad para transformar la realidad social.
Un grupo de jóvenes realizando un trabajo.
Un grupo de jóvenes realizando un trabajo.
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Un grupo de jóvenes realizando un trabajo.

La juventud española es pesimista en lo laboral y progresista de pensamiento, pero anda estos días desanimada sobre su capacidad para transformar la realidad social del país.

Así pinta a los jóvenes el último barómetro del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, que ha entrevistado a más de un millar de chicos y chicas entre los 15 y los 29 años.

Los jóvenes españoles sienten como si se hubiera echado el freno al progreso. Siete de cada diez ve probable tener que trabajar "en lo que sea" (68%), lo que significaría aceptar empleos por debajo de su cualificación. La mitad de la juventud española (46,6%) percibe que sus oportunidades laborales serán peores que las de sus progenitores. Además, cuatro de cada diez (39%) consideran que existe "una alta probabilidad" de tener que irse al extranjero para trabajar.

El sociólogo del Consejo de la Juventud de España Joffre López cree que la juventud "tiene muy asumido que va a sufrir bastante tiempo la precariedad, aunque uno de cada cuatro cree que después de unos años la cosa mejorará". Y destaca como novedad que cada vez más los jóvenes estén dispuestos a cambiar de residencia por motivos no solo laborales, algo a lo que los españoles en el pasado estaban muy poco acostumbrados.

Sin embargo, la emigración laboral es una cuestión que realmente le preocupa a este colectivo. Para el 45% de los jóvenes tener que salir de España para buscar trabajo es "una desgracia", una opción "temporal" (para el 37%) y algo "inevitable" para el 32,9%. A ello contribuye el hecho de que solamente un tercio de la juventud española (28,7%) logra pagar todos los gastos gracias a sus ingresos. El resto necesita todavía percibir ayudas familiares.

El centro Reina Sofía también ha interrogado a los jóvenes sobre sus valores, actitudes e intereses. Los valores a los que les dan más importancia son "el éxito en el trabajo" (83%), "las buenas relaciones familiares" (81,6%) y "ganar dinero" (78,6%). Le siguen una vida sexual satisfactoria, cuidar el medio ambiente y disponer de tiempo libre o de ocio. Por el contrario, la mayoría pasa de preocuparse por cuestiones religiosas o espirituales (solo lo hace un 12,3%) o políticas.

¿Qué le interesa a la juventud de ahora? "La igualdad entre hombres y mujeres", "la lucha contra las injusticias",  "la defensa de los animales" y del "medio ambiente" están entre los intereses principales. Sin embargo son muy pocos los jóvenes,  un 5,6%, que se sienten atraídos por la participación política y solo un 7% lo está por temas relacionados con la inmigración o los conflictos internacionales.

La generación que no despega laboralmente sí demuestra tener un pensamiento político más progresista que sus antecesoras, aunque ahora haya optado por no involucrarse demasiado en acciones que puedan fomentar cambio social.

El barómetro recoge "la adopción de hijos por parte de homosexuales y lesbianas", el derecho a la muerte digna o al aborto como conductas ampliamente aceptadas entre la juventud. Ellos y ellas, sin embargo, desaprueban con contundencia cualquier vandalismo y, sobre todo, la conducción bajo los efectos del alcohol. Para el sociólogo Joffre López, ésta es una evolución lógica si se tiene en cuenta que "los cambios de convivencia y las grandes transformaciones sociales empiezan por este colectivo y luego se universalizan".

La participación política de la juventud, según este estudio, se limita básicamente a "votar cuando hay elecciones", a "firmar una petición, denuncia o texto de apoyo a algo o a alguien" y a "participar en una "huelga". Aunque el 20% no se involucra en nada. Por su parte, la mayoría ve como de poca utilidad la afiliación a los partidos y a los sindicatos. Los sociólogos explican que "las fórmulas institucionales de actividad política están en claro desuso, que la gente no participa de los medios clásicos y que las nuevas vías no están consolidadas y son difíciles por tanto de recoger en una encuesta".

La presidenta de Consejo de la Juventud de España (CJE), Julia Chica Linares, sí cree que la radiografía del Centro Reina Sofía demuestra  que en España cunde un cierto desánimo entre los jóvenes. "Venimos de una euforia muy grande, la del 15-M, en la que la juventud salió a las calles a reivindicar sus derechos y al ver que cuando te implicas no se cumplen las expectativas, puede haber cierto desánimo, porque es algo poco alentador". Sin embargo, Chica Linares celebra que entre los cinco intereses mayores de la juventud española "conste el medio ambiente y la preocupación por la violencia de género".

Por su parte y sobre la desafección de la política institucional, la presidenta del Consejo de la Juventud cree que sus coetáneos sienten que no importan para la sociedad, están centrados en la supervivencia y ven poco compromiso de los partidos políticos para con sus anhelos.

Tal y como viene sucediendo en los últimos años, las instituciones que más confianza generan entre los jóvenes son la Policía, las Fuerzas Armadas, las ONG y la Unión Europea. Entre las menos valoradas, los partidos, las instituciones religiosas, los bancos y la monarquía.

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