Tras destacar el "firme empeño" de las administraciones por la extinción de los fuegos, el COAH ha reiterado su disposición a prestar toda la colaboración institucional y profesional de su colectivo para servir al interés general.

En este sentido, respecto a la zona afectada por este último e importante incendio, han resaltado el valor de los enclaves paisajísticos, así como de los espacios urbanizados y turísticos, "únicos y extraordinarios" como el Parador de Mazagón, campings (Doñana, El Rocío, Torre del Loro, Camping Playa Mazagón), accesos a playas inigualables (Cuesta Maneli) y también espacios comunitarios de convivencia humana en viviendas rurales (Moguer, Lucena, Almonte) que sirven a labores agrícolas, "todos ellos insertados durante décadas en armonía" con los Parajes Naturales de "cualidad forestal inigualable".

Para el COAH, todos los espacios afectados deben ser recuperados de la forma más adecuada en cuanto a la integración con los valores paisajísticos y naturales.

Asimismo, han destacado que también han de tenerse en cuenta las necesidades poblacionales de los vecinos, trabajadores e inmigrantes de esos entornos rurales y la calidad de sus viviendas comuneras, "las cuales no siempre han sido garantizadas con condiciones mínimas, generando exclusión social y sanitaria y sin adaptación de sus necesidades a los diferentes Planes de Evacuación, tanto de espacios forestales como del Polo Químico con el que colindan; lo cual es fundamental para la protección de esas vidas humanas".

Por todo ello, para el COAH resulta "imprescindible" coordinar los diferentes planes de prevención, conservación y evacuación que "hoy parten de la previsión de usos reconocidos, no de los existentes no contemplados en los mismos, o de la superposición de usos tradicionales del territorio que durante siglos han convivido como un verdadero ejemplo de sostenibilidad y responsabilidad derivada del saber popular en una cadena que conciliaba la explotación de los recursos naturales con la preservación de los mismos para las generaciones futuras y el ecosistema completo".

Comprender la sensibilidad y la racionalidad de estas formas de vida y coordinarlo con políticas de conservación y prevención es "determinante" tanto para garantizar la seguridad de las personas como de las especies protegidas, "cuya recuperación ha costado décadas de recursos humanos y económicos, y cuyos daños pueden ser irreparables". De ahí, según el COAH, la importancia de tenerlos dibujados a escala compartida entre planes que si son de escala municipal, "no interaccionan".

El Colegio de Arquitectos sostiene "la indispensable planificación del territorio intermunicipal para un hábitat rico como el nuestro, que lo es englobado en el marco forestal principal; planificación que las administraciones no pueden obviar, ni podemos seguir postergando", han dicho.

"Es el momento de aunar esfuerzos mediante la aportación multidisciplinar para que las tensiones funcionales de nuestros espacios que se producen por la diversidad de usos sobre ellos, se minimicen por fin gracias a la previsión, ordenación y prevención de riesgos naturales o no, y de muy diversa índole", han enfatizado.

Han precisado que esto se puede hacer mediante la observancia de estudios técnicos, sociales, medioambientales y económicos que han de ser amplios en su intersectorialidad, con el fin de armonizar "de forma global y definitiva" la convivencia en el futuro de estas funciones y productividades como "las que tradicionalmente nos han ofrecido nuestros antepasados desde su sabiduría popular y amor por nuestra tierra, y que a la vez garanticen la preservación y total recuperación de la naturaleza que los engloba".