Unos menores presentaron, junto con sus padres, denuncia en la Comisaría de Policía Nacional, ya que los primeros habían sido víctimas de un robo con intimidación por parte de un hombre que les había amenazado con abrirles la cabeza con unas piedras si no le daban el dinero que llevaban.

Ante el temor a que cumpliera el sujeto sus amenazas, los chavales entregaron lo que les exigían.

Casualmente, unos días después de los hechos uno de los menores que había sido víctima del robo localizó al sujeto montado en una bicicleta por el centro de la ciudad, ante lo cual llamó a la policía y ofreció

datos y ubicación del sospechoso, con lo que los agentes lograron finalmente su detención como autor de un presunto delito de robo con violencia e intimidación.