Radiografía de la innovación en Andalucía: aumenta el gasto en I+D pero falta inversión privada

Parque eólico en Tarifa, Cádiz.
Parque eólico en Tarifa, Cádiz.
GTRES
Parque eólico en Tarifa, Cádiz.

Una decena de parques tecnológicos, más de 30 centros, 1.300 empresas instaladas y un gasto anual en I+D que se acerca al millón y medio de euros. Es la radiografía de la innovación científica y tecnológica de la región andaluza, que lucha por romper la brecha existente con Europa y minimizar la distancia con las regiones españolas más punteras.

A lo largo de 15 años, Andalucía ha conseguido casi triplicar el gasto en Investigación y Desarrollo. De los 542.000 euros destinados en 2000, se ha pasado a 1,4 millones de euros en 2015, último año en el que se pueden consultar los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las últimas cifras muestran el freno a la caída general que se ha experimentado durante la crisis. El gasto ha aumentado un 0,7% respecto al año anterior, un crecimiento leve pero que consigue revertir la tendencia decreciente de los malos años económicos.

Sin embargo, la región debe afrontar grandes retos para transformar el paisaje empresarial. Uno de los desafíos más importantes pasa por llamar la atención de los inversores privados, puesto que el sector público protagonizó la mayor parte del gasto total en I+D.

Las empresas andaluzas "hace tiempo que tienen claro que necesitan mejorar continuamente sus productos y servicios para ser competitivos en un mercado global", indican desde la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA). Este organismo está especializado en el fomento de la innovación en la economía andaluza. Con casi 300 trabajadores, se encarga de gestionar los incentivos a las empresas innovadoras, gestionar los programas que pone en marcha la administración y construir instalaciones e infraestructuras tecnológicas.

Entre otras misiones, IDEA es la encargada de gestionar todos los fondos europeos al desarrollo empresarial. El objetivo es impulsar el crecimiento económico, haciendo especial hincapié en alcanzar un empleo estable y de calidad, aspecto que lastra la economía en la comunidad, cuyo desempleo supera la media nacional. "En conjunto, todos los proyectos incentivables deben realizarse en Andalucía y ser viables económica, financiera y técnicamente", aseguran desde la agencia.

El organismo ha puesto en marcha 400 proyectos empresariales que han supuesto 388 millones de inversión privada, cerca de 1.830 nuevos empleos y el mantenimiento de más de 8.770 puestos de trabajo. Todo ello en dos años y a partir de 50 millones de euros de las arcas públicas, según datos citados por la organización.

"Las empresas encuentran algunas barreras que, superadas, permitirán alcanzar los retos", señalan en la agencia, y citan como obstáculos el insuficiente tamaño de las empresas andaluzas, el riesgo que está asociado a financiar actividades innovadoras y la necesidad de una vocación de mirar hacia fuera -internacionalización- para poder competir con compañías extranjeras.

Turismo y energía

En total, el número de empresas de I+D en Alta Tecnología en Andalucía es de 406, según los últimos datos del INE. Se trata de la quinta comunidad española con mayor número de empresas, por detrás de Cataluña (1.255), Madrid (849), País Vasco (681) y Valencia (527). En cambio, la región se sitúa en tercera posición en gasto interno en I+D, solo por detrás de Madrid y Cataluña.

Como no podía ser de otra manera, el esfuerzo andaluz en innovación pone el foco en el turismo, actividad fundamental en la economía de la región. Uno de los organismos que se encargan de esta tarea es Andalucía Lab, centro de innovación que trabaja por conseguir soluciones inteligentes y a la medida del turista para fomentar una actividad sostenible y eficiente.

El centro malagueño quiere transformar el tejido empresarial turístico y dotarle de competitividad. Formación, asesoramiento, instalaciones y una red de apoyo a emprendedores son las líneas básicas del centro, especialmente focalizado en pymes y medianos y pequeños profesionales. A través de sesiones prácticas, el organismo forma a los equipos en temas de imagen de marca, investigación web, difusión en redes sociales y planes editoriales y de marketing.

Aparte del turismo, los esfuerzos en innovación también se focalizan en el desarrollo de la energía renovable, especialmente la obtenida a partir del sol. Según datos de la Junta, Andalucía es la primera comunidad en energía solar térmica, la segunda en fotovoltaica y es de las regiones líderes europeas en instalaciones termosolares.

De hecho, la región almeriense cuenta con uno de los mayores centros europeos de investigación en este tipo de energía, la Plataforma Solar de Almería, declarada como Gran Instalación Científica Europea y ubicada en el desierto de Tabernas.

Otra de las líneas de trabajo propios de la comunidad es la investigación en desarrollo de materiales como el plástico y el metal. Por otra parte, en los últimos años han surgido iniciativas que se alejan de los sectores más tradicionales. Es el caso de AndalucíaSmart, un proyecto que quiere convertir las ciudades en espacios inteligentes con la ayuda de la tecnología, y así resolver los problemas de las urbes actuales, como la saturación de habitantes y vehículos o la elevada contaminación. La idea es cambiar la forma que tienen los ciudadanos de relacionarse con su entorno y fomentar un tipo de vida urbanita eficiente y sostenible.

Parques tecnológicos

Para que florezca la iniciativa empresarial en investigación, la región ha construido una decena de parques tecnológicos. Entre los más destacados, figuran el Parque Tecnológico Aeroespacial Aerópolis en Sevilla, con más de 75 compañías aeroespaciales; el Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga, especializado en proyectos industriales y de servicios; o TecnoBahía, el Parque Tecnológico situado en la provincia de Cádiz.

Los centros de innovación y avance tecnológico conforman otras de las patas para fomentar el desarrollo empresarial. En la rama de la salud, despunta el Centro Europeo de Empresas e Innovación BIC Granada, una incubadora de empresas de biotecnología y salud. Su metodología, bautizada como LabtoMarket, tiene como función transformar las ideas y el conocimiento científico en un producto con valor dentro del mercado. Los equipos siguen el proceso etapa por etapa, con la idea de convertir sus avances en aplicaciones prácticas que tengan una incidencia en la sociedad y un valor económico y, así, llegar a ser una empresa tecnológica competitiva y fuerte.

Otro de los centros, la Agencia Andaluza del Conocimiento, se dirige hacia el ámbito universitario. La región cuenta con diez universidades públicas y 2.756 grupos de investigación, según datos de la Junta. La unión entre el ámbito empresarial y el universitario es esencial para convertir el conocimiento en proyectos reales.

Disminuir la brecha europea

Aunque Andalucía se mantiene en tercera posición en el ranking de comunidades por gasto en investigación, y quinta en relación con el PIB dedicado al I+D, todavía se sitúa lejos del resto de regiones europeas.

"Es preocupante que la brecha tecnológica de España y Andalucía respecto a la media europea continúa aumentando, con las graves consecuencias que conlleva en términos de productividad y competitividad", afirma Elías Atienza, director general de la Corporación Tecnológica.

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