La segunda jornada de paros en el bus interurbano se vive con tensiones

  • La plantilla acusa a Subús de intentar incumplir los servicios mínimos.
  • Un grupo de usuarios bloqueó el paso de un bus en el Panteón de Quijano.
  • La huelga continuará hasta el viernes y afecta a 60.000 viajeros al día.
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La paciencia de una veintena de usuarios del bus se acabó este lunes, 19 de noviembre, cuando vieron pasar hasta tres vehículos llenos que no se pararon. Ocurrió en la parada del Panteón de Quijano. Hartos de esperar, se plantaron delante del cuarto bus decididos a no dejarlo que saliera. Finalmente, los inspectores les persuadieron de que depusieran su actitud y el bus pudo reanudar la marcha.

El 100% de la plantilla de la mercantil La Alcoyana, que presta el servicio interurbano de autobuses de Alicante, ha secundado los días de la huelga convocada por el comité de empresa, según han señalado los representantes de los trabajadores.

El presidente del comité de empresa, Gil Grimaldos, ha explicado que se han respetado los servicios mínimos, fijados por la Conselleria de Infraestructuras y Transportes en un 60%, pero que los piquetes "no han permitido que ningún compañero más" realizara su trabajo.

En este sentido, Grimaldos ha precisado que algún empleado ha querido hacer su ruta habitual, por lo que se han vivido algunos momentos de tensión en los que ha tenido que mediar la Policía Local, pero que finalmente se han solucionado sin incidentes graves.

En cuanto a los usuarios, el representante de los trabajadores ha indicado que desde la pasada semana se están colgando carteles informativos en las paradas de autobuses para avisar a los ciudadanos, por lo que "no les ha cogido por sorpresa".

Sin embargo, el primer día "ha habido algún pasajero que se ha quejado", ya que la reducción de los servicios ha provocado la saturación de los autocares, por lo que "muchos usuarios se han tenido que quedar en tierra".

Grimaldos ha indicado que el martes, día 20,  se ha convocado una manifestación a las 8.30 horas que recorrerá la distancia que separa las cocheras de La Alcoyana, en la Avenida de Dénia, hasta el Ayuntamiento, cortando así el tráfico de uno de los principales accesos a la ciudad por la zona norte.

Asimismo, el viernes 23 de noviembre, último día de la huelga, un grupo de 50 trabajadores tiene previsto trasladarse a las puertas de la Conselleria de Infraestructuras y Transportes para realizar una concentración, la cual "ya está autorizada por la Subdelegación del Gobierno en Valencia", y ser recibidos por el conseller Mario Flores.

No obstante, esta medida sólo se llevará a cabo "si no se ha llegado a un acuerdo con la empresa a lo largo de la semana", ha apuntado Grimaldos. Mientras, unos 60.000 usuarios siguen afectados cada día por estas perturbaciones del servicio.

Piden igualdad de condiciones

Las trabajadores de La Alcoyana piden que se equiparen sus condiciones a las de los empleados de Masatusa, mercantil del mismo grupo que realiza el servicio urbano de autobuses en Alicante, quienes "tienen ventajas en materia de jornadas laborales, vacaciones, fondo social, excedencia voluntaria, empleo, salario, instalaciones y autocares", ha destacado el presidente del comité.

El grupo Subús ha decido no realizar ningún tipo de declaraciones en relación a la huelga.

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