El trastorno, conocido como enuresis, se reduce con la edad y tan sólo el 3% seguirá mojándose con 15 años. «Muchas familias no le dan importancia y se han acostumbrado a vivir con ello como algo normal, pero no lo es», explica el pediatra Luis Rodríguez, quien asegura que en el 70% de los casos la enfermedad tiene un origen genético y antecedentes familiares.

La enurasis es un problema que ocasiona molestias a los padres y que puede traer consecuencias emocionales para el propio niño, sin embargo, hay casi un 70% de niños que no son diagnosticados ni tratados.

Los pediatras consideran necesario sensibilizar a las familias, porque es una enfermedad de fácil diagnóstico y también de fácil tratamiento, ya que se puede curar en menos de un año.

Cómo actuar con el niño

Existen medicamentos y alarmas adosadas al pijama del niño que lo despiertan al notar las primeras gotas, pero siempre deberán ir acompañadas de medidas de comportamiento como reducir la cantidad de líquidos que bebe, llevarlo a orinar antes de irse a dormir o hacer que se responsabilice del problema ayudando a limpiar la cama. Nunca castigarlo ni burlarse, y sí motivarlo y recompensar su esfuerzo si logra estar seco.