El apagón de cinco minutos convocado para las 20.00 h de ayer por un amplio conglomerado de ONG y entidades quedó finalmente en una declaración de intenciones.

Las instituciones públicas, los partidos políticos y diferentes colectivos sociales manifestaron su adhesión a esta iniciativa que quería concienciar sobre el peligro del cambio climático. 20minutos.es también hizo su propio apagón, pero los ciudadanos decidieron dar la espalda a la convocatoria.

Según los datos aportados por Red Eléctrica de España (REE), gestor técnico del sistema eléctrico, la variación en la curva de demanda de energía entre las 20.00 y las 20.05 h fue prácticamente «inapreciable», con las mismos picos de consumo que en cualquier otro momento. Este termómetro del seguimiento de la convocatoria ecologista contrasta con los resultados del anterior apagón, celebrado el pasado 1 de febrero, cuando la curva cayó 1.000 megavatios.

El presidente de REE, Luis Atienza, explicó que una caída de 1.000 megavatios la manejarían «con una gran normalidad», porque es el equivalente a que se pare una central nuclear, y que el problema sería si fuesen 2.000 o 3.000 megavatios.

Aunque aseguró que comparte el objetivo de concienciar a la población sobre la eficiencia energética, alertó sobre estas iniciativas porque «pueden generar una inestabilidad en el sistema eléctrico que puede tener consecuencias graves».

Esta fallida iniciativa se suma a las que ya se han hecho en otras ciudades europeas para sensibilizar a los ciudadanos y a las administraciones del problema del cambio climático; la última, en París, el 23 de octubre.

Los madrileños, al margen

El apagón solidario de cinco minutos entre las 20.00 y las 20.05 para alertar sobre los efectos nocivos del cambio climático se secundó de forma desigual en Madrid. De hecho, la mayoría de madrileños optaron por no secundar el apagón ecológico. Los edificios institucionales fueron los que más lo apoyaron. Sin embargo, mientras la Puerta de Alcalá permanecía a oscuras, las luces de Navidad del paseo de Recoletos, que llevan una semana «en pruebas», no se apagaron. La capital también dejó a oscuras la Consejería de Medio Ambiente. Otros municipios, como Alcalá de Henares, San Fernando, Valdemoro y Aranjuez, participaron al apagar las luces de sus consistorios.

El alcalde de Madrid apagó las luces de su despacho

La recién estrenada sede de la Alcaldía de Madrid, el Palacio de Correos, fue uno de los edificios emblemáticos de la capital que se sumaron al apagón contra el cambio climático. Otro edificio institucional, la Asamblea de Madrid, prefirió no sumarse a esta iniciativa pese a la insistencia de algunos parlamentarios de IU y PSOE . «Volver a encender la Cámara hace más daño al medio ambiente» que no apagarla, argumentó el portavoz del PP en la Asamblea, Antonio Beteta.