El tribunal ha considerado probado que ambos se concertaron para cometer el robo a la víctima, en su vivienda de la calle Pérez Galdós de València, lo que uno de ellos, Ángel, llevó a cabo el 26 de febrero de 2016, oculto bajo una máscara de 'Anonymus'. Cuando la mujer entró en el piso, el ladrón la abordó, la tiró al suelo, la inmovilizó y comenzó a golpearle la cabeza repetidamente contra el suelo ante los constantes gritos de la víctima, que fueron escuchados por los vecinos, que llamaron a la Policía.

Mientras, el otro vecino, que había estado esperando a que la mujer subiera en el ascensor, bajó al piso inferior y dio conversación "sin sentido alguno" para "distraer" la atención de la presidenta de la comunidad y su hermano. La víctima sufrió un traumatismo craneo-facial con hemorragia intraocular izquierdo, entre otras lesiones, que le hicieron estar diez días en el hospital, varios de ellos en la Unidad de Reanimación.

La sala ha alcanzado esta decisión ya que el principal acusado reconoció la autoría del robo, aunque negaba la entidad de las lesiones, que atribuía a la caída. Sin embargo, el tribunal ha tenido en cuenta la declaración de la víctima y concluye que los golpes fueron de una "violencia tan tremenda" que le provocaron el estallido del ojo.

La sala le ha impuesto un total de 20 años de prisión: 14 por un delito de lesiones con pérdida de miembro principal y seis años por robo con violencia, con las agravantes de reincidencia, abuso de superioridad y uso de disfraz. Su compañero de piso cumplirá cinco años de prisión por robo con violencia en casa habitada, con las agravantes de abuso de superioridad y disfraz.