De esta forma, todo este excedente de ingresos que logren los ayuntamientos lo deberán reinvertir en la construcción de pisos de protección oficial. Si no, otra de las opciones, cuando no sea necesario edificar más viviendas, será que el dinero revierta en actuaciones de regeneración urbana, rehabilitación de edificios de valor patrimonial o acometer la construcción de nuevos equipamiento; todo ello para lograr que las localidades vascas resulten más agradables para vivir y dispongan de mejores servicios para el ciudadano.

Esta modificación, anunciada ayer por el consejero de Vivienda, Javier Madrazo, se someterá a información pública la semana que viene y, previsiblemente, se remitirá al Parlamento vasco antes de febrero, para que pueda aprobarse a mediados del año que viene. Así, los ayuntamientos gestionarán más dinero, una de sus históricas reclamaciones.