Las cifras de renuncias al proceso en materia de violencia de género, con las consecuencias que acarrean, así como el elevado grado de reincidencia de los condenados son los dos puntos de vista que más preocupan a los expertos en la materia, que reconocen que "todos los asesinatos machistas son fallos en el sistema, tanto si hay denuncia previa como si no".

Así lo ha asegurado este viernes en Santiago de Compostela Ángeles Carmona Vergara, presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ha comparecido en la Comisión de Estudio para la Igualdad y los Derechos de las Mujeres del Parlamento de Galicia.

Durante su intervención, Ángeles Carmona ha apuntado la "preocupación" de los expertos por la dispensa que las mujeres tienen para no declarar contra sus maridos en este tipo de casos, una cuestión que ha calificado como "la más preocupante para la Administración de Justicia".

"Es una sensación de impotencia tremenda", ha dicho la experta, que ha lamentado que, tras la agresión y la denuncia inicial, algunas mujeres "vengan al poco tiempo" y "se acojan a su derecho a no declarar", pidiendo "que se archive el procedimiento".

En Galicia, ha apuntado, ha subido con respecto al último año ligeramente la cifra de mujeres que renuncian a continuar con el proceso, en torno a un 5 por ciento, aunque se mantiene en cifras "muy por debajo" de la media nacional, donde ronda el 10 por ciento de incremento.

Con ello, Ángeles Carmona interpreta que en Galicia "hay sistemas y recursos de acompañamiento que funcionan, porque las mujeres se retractan menos que en el resto de España", ha explicado.

DENUNCIAS Y RENUNCIAS

La experta ha analizado la violencia de género en Galicia desde 2012 para indicar que, en este periodo, más del 26 por ciento de los asesinatos se produjeron con una denuncia previa.

Sin embargo, ha incidido en estos casos también en la relevancia de las renuncias al proceso. En concreto, Ángeles Carmona ha analizado uno por uno los ocho casos de asesinadas por violencia de género desde 2012 que habían presentado algún tipo de denuncia para concluir que en seis de ellos el procedimiento concluyó porque la víctima se acogió a su derecho a no continuarlo.

En concreto, se ha referido a un caso en Narón en 2012, en el que la víctima había interpuesto denuncia pero que, posteriormente, había "renunciado a continuarla" y a otro en Ferrol, en el mismo año, en el que la mujer no contaba con medidas de protección en el momento de los hechos ya que, tras varias denuncias cruzadas, había desistido de continuar el proceso.

La experta del Observatorio se ha referido también al asesinato de Lupe Jiménez en 2014, estando embarazada, para explicar que, a pesar de los indicios que había, "ella negó los hechos ante la autoridad judicial" y al crimen machista de una mujer en Verín en 2013 a la que, tras una primera denuncia, se había dictado una orden de alejamiento. "Ella volvió a renunciar y, a los pocos días, él la asesinó", ha explicado.

En su repaso de casos, Ángeles Carmona ha sacado a colación el crimen de Mos de 2015, que contaba con un "antecedente" en un juicio de faltas de 2014 tras el que ella "se acogió a su derecho a no declarar, por lo que no hubo condena".

UN CASO "SANGRANTE"

Para la responsable, "uno de los casos más sangrantes" en la Comunidad en este periodo fue el ocurrido en Vigo en septiembre de 2015, cuando un hombre asesinó a su pareja en un piso de la ciudad, un caso que fue denunciado por los vecinos que la "oyeron gritar" tras una agresión.

"Ella dijo a los agentes que llevaba nueve años siendo maltratada y tenía signos antiguos de violencia, pero dijo que no quería denunciar porque lo quería mucho", ha lamentado Carmona, que ha apuntado que, aún así, los agentes lo detuvieron y se inició un proceso en el que ella "se negó a ser reconocida por el médico forense". El hombre terminó asesinándola cuando ya estaba fijada la fecha del juicio, dado que "ellos seguían conviviendo juntos".

En otro tipo de casos, la experta se ha detenido también en otro asesinato en Narón en 2012 en el que, tras una primera renuncia a seguir con el proceso, la víctima volvió a denunciar. "Se le otorgó una orden de protección y a los tres días fue asesinada", ha lamentado.

Del mismo modo, ha destacado el caso de la mujer muerta por violencia de género en A Coruña en 2014 para destacar que, aunque en este caso no había denuncias como tal, el hombre si tenía "múltiples procedimientos" por violencia con otras mujeres con las que había mantenido relaciones.

Ante este panorama, el Observatorio ha planteado incluso la posibilidad de eliminar la dispensa de la obligación de declarar contra un cónyuge -artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal- en casos de violencia de género, con el objetivo de que los procedimientos sigan su curso.

No obstante, Ángeles Carmona ha reconocido que es necesario detectar qué indicadores son más relevantes para tratar de "proteger a la víctima incluso sin denuncia", ya que "todos los asesinatos machistas son fallos del sistema.

REINCIDENTES

Del mismo modo, ha apostado por los "programas de reeducación a maltratadores", dado que "hay mucha reincidencia" y ha defendido tanto los programas educativos desde la infancia como los juzgados especializados, que son "fundamentales".

Aunque ha reconocido que el incremento de las cifras de denuncias en el primer trimestre del año es un dato "muy positivo", Ángeles Carmona ha recordado que "el 80 por ciento de los hechos delictivos no se denuncian nunca".

"Las mujeres no denuncian porque tienen miedo, sentimiento de culpa o vergüenza o porque temen no poder proteger a sus hijos. El hecho de que las mujeres confían en las instituciones y se atrevan a dar el paso de denunciar es una buena noticia", ha destacado.

RADIOGRAFÍA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN GALICIA

En el análisis global desde 2012, la experta ha apuntado que el 87 por ciento de las víctimas mortales eran españolas, aunque en el último trimestre se ha registrado un importante aumento de víctimas extranjeras.

Del mismo modo, "la gran mayoría de los asesinatos ocurrieron en poblaciones pequeñas", lo que apunta a la ruralidad como un "factor de vulnerabilidad". Más de un 70 por ciento de los casos ocurrieron en el domicilio conyugal y, entre los medios, ha destacado el uso de las armas de fuego, que es "significativamente superior al del resto de España".