Un gran malabarista de la comedia

El Centro Dramático Nacional repone ‘Las visitas deberían estar prohibidas por el Código Penal’, un homenaje al humor subversivo de Miguel Mihura.
Cuatro de los personajes de la obra, congregados en la sala de visita.
Cuatro de los personajes de la obra, congregados en la sala de visita.
Cuatro de los personajes de la obra, congregados en la sala de visita.

Después de llenar casi cada día desde que se estrenó en Madrid, hace algo más de un año, el Centro Dramático Nacional repone durante cinco semanas Las visitas deberían estar prohibidas por el Código Penal.

Ignacio del Moral y Ernesto Caballero hilvanan una especie de antología de Miguel Mihura, a partir de textos dramáticos y, sobre todo, periodísticos del singular dramaturgo madrileño.

El experimento escénico se centra sobre todo en la faceta humorística y satírica de Mihura. Los textos desmenuzan los caracteres-cliché de comienzos del siglo pasado y están cercanamente emparentados con las propuestas surrealistas y con el teatro del absurdo.

A la espera del autor

Del Moral y Caballero escogen a doce personajes y, prescindiendo del argumento lineal convencional, los disponen en torno a un espacio único –una sala de visita– en el que dan cuenta de sus estrafalarias y paradójicas biografías. Todos ellos sufren una crisis de identidad como personajes y esperan ansiosos la llegada de su creador, el propio Mihura, que, como en el Godot de Becket, no llega nunca.

* Dir.: Ernesto Caballero. Int.: Carmen Gutiérrez, María Jesús Llorente, Pepe Viyuela. Teatro María Guerrero. Calle Tamayo y Baus 4. V. y S., 20.30 h; D., 19.30 h. de 11 a 18 euros.

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