Los usuarios que utilizan a diario la estación de autobuses se muestran disconformes con la seguridad y los servicios que ofrecen las instalaciones.

Los andenes son un lugar de paso habitual para indigentes, que entran por la puerta que da acceso a la avenida de Lugo para el robo de objetos personales.

Los viajeros se quejan de que las escaleras mecánicas se estropean con frecuencia, lo que dificulta el traslado de maletas.

Otra petición es la de un mayor número de taxis en las horas punta, ya que los que están en la estación son insuficientes.

A medio plazo la estación se unirá a la de ferrocarril en una intermodal en el centro.

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