Casi 900.000 euros de superávit para el Arzobispado de Tarragona

  • La Archidiócesis percibió 1,7 millones por subvenciones.
  • Las donaciones del domingo se destinarán a proyectos comunitarios.
  • "La iglesia no es como una empresa o un banco", en materia económica.
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Cartel de la Jornada de Hermandad 2007 de la Archidiócesis de Tarragona.
Cartel de la Jornada de Hermandad 2007 de la Archidiócesis de Tarragona.
Cartel de la Jornada de Hermandad 2007 de la Archidiócesis de Tarragona.
El Arzobispado de Tarragona ha presentado sus cuentas de 2006 (
ver archivo en formato .xls), coincidiendo con la presentación de la Jornada de Hermandad que se celebrará el próximo domingo, que
cerró con un superávit de 895.050,94 euros, siendo las aportaciones de los fieles (4,8 millones de euros) y los conseguidos por la venta patrimonial (6,3 millones de euros) los más significativos.

En el apartado de gastos, el año pasado se destinaron alrededor de 5 millones de euros a reformas de edificios, y la Archidiócesis de Tarragona
percibió 1,7 millones de euros por aportaciones por asignación tributaria y subvenciones corrientes, 1,2 de los cuáles provenían de la Conferencia Episcopal.
Jornada de Hermandad
Presentación de las cuentas de 2006 del Arzobispado de Tarragona Por lo que se refiere a la jornada del domingo, Joaquim Fortuny, ecónomo del Arzobispado, -acompañado de Jaume Saperas, jefe de contabilidad del Arzobispado, como muestra la imagen- señaló durante la presentación de la Jornada de Hermandad, la
"constancia" en las donaciones de los fieles de Tarragona.

Entre los proyectos en que se destinarán la donaciones, destacan las obras de la Capilla de la Catedral, un centro social,
una iglesia en el barrio de Bonavista de Tarragona y las obras de reforma del Seminario para construir el Instituto de Ciencias Religiosas.
"La generosidad da buenos frutos"
La iglesia no es como una empresa o un banco, que buscan rendimientos exclusivamente económicos
El lema de este año es "La generosidad da buenos frutos". Fortuny explicó que "
la iglesia no es como una empresa o un banco, que buscan rendimientos exclusivamente económicos" y añadió que cuando se habla de frutos es por "la gran variedad de servicios que hacen las instituciones eclesiales".

Fortuny indicó, también, que sin la aportación de los voluntarios, "no se podrían llevar a cabo las actividades de edificación de las comunidades, de
evangelización y de servicio a los más pobres".

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