En Alicante, el apagón más participativo se vivió en el barrio de Benalúa, donde la asociación de vecinos El Templete ha congregado a los niños que habitualmente acuden a sus instalaciones a jugar junto a sus padres.

Allí, han apagado la iluminación del ficus centenario que ha movilizado a todo el barrio ante el anuncio de que lo arrancaban para trasladarlo, que quedó por unos momentos alumbrado sólo a la luz de las velas.

Por primera vez, el Ayuntamiento también se ha sumado a una iniciativa así, y las dependencias municipales se han quedado a oscuras. Y algunos alicantinos particulares (no muchos) han apretado el interruptor (en el centro de la ciudad había pocas viviendas sin luz), así como los activistas de las asociaciones ecologistas, como ya habían hecho en las anteriores convocatorias.

Según la Agencia Valenciana de la Energía (Aven), la bajada de consumo energético en la Comunitat durante los minutos del apagón fue del 1,4%. A las 19.58, la demanda era de 4.280 megavatios y, a las 20.05, de 4.220.