Durante años, mucho se ha hablado del proyecto que ha puesto en jaque a vecinos de la zona, ingenieros y grupos de la oposición municipal. Finalmente, el Paseo de los Tristes se hará peatonal.

La decisión ya está tomada, según confirmaba ayer la edil de Urbanismo, Isabel Nieto. «Es un paseo único en Granada, España y Europa y hay que protegerlo», de manera que la determinación es irrevocable. De hecho, el Ayuntamiento ha incluido en el nuevo PGOU el proyecto de la peatonalización de la Carrera del Darro, que implica la reorganización del tráfico de la zona.

Esto es, los planes del PP pasan por desviar la circulación de los microbuses que suben al Albaicín y Sacromente, turismos y vehículos públicos (camiones de bomberos, ambulancias, etc) por San Juan de los Reyes cambiando el sentido de la vía, una medida a la que se oponen los vecinos de la calle.

Y es que ellos serán los primeros perjudicados, pues el Ayuntamiento tendrá que tirar varios edificios y esquinas de algunas casas para ensanchar la calzada, «una actuación necesaria para reservar definitivamente el Paseo de los Tristes a vecinos y turistas».

Vía descartada

De esta forma descarta el equipo de Gobierno local (PP) abrir una nueva vía al otro lado del río Darro, una opción que se planteó en el primer borrador del Plan Especial Albaicín y que Nieto desecha.

Así pues, dejaremos de ver el habitual gesto de retirarse del camino empedrado al paso de los vehículos. Según Nieto, Tráfico será «quien decida a qué altura se corta la circulación». El resto, lo disfrutarán los peatones.

Contras los desmanes en el Albaicín

El Consistorio aprobará de forma inicial en el próximo pleno de noviembre -o en uno extraordinario de diciembre- el nuevo PGOU, con el fin de blindar el Albaicín frente a los desmanes urbanísticos.

No se darán más alturas -si los edificios colindantes son más bajos-, ni aparcamientos «donde antes no había», «sólo se permitirán obras que respeten escrupulosamente la normativa».