Las explotaciones de lácteo, porcino, cunícula, hortalizas y frutales, sectores que están sufriendo más directamente las dificultades en los mercados y la situación de los precios, disponen

de un tramo específico con condiciones especiales.

En estos casos, la financiación puede alcanzar los 80.000 euros hasta 10 años, con préstamos avalados por SAECA, y orientados exclusivamente a amortizar o cancelar deuda pendiente, ha informado Bantierra en una nota de prensa.

La comisión de riesgo del aval de SAECA viene subvencionada por el MAPAMA directamente en este tramo durante los primeros cinco años de vida del préstamo, y la comisión de apertura del aval también recibe subvención si el titular tiene en vigor o contrata el seguro agrario de la explotación.

La otra línea de financiación, más general, va dirigida a todo tipo de explotaciones agrícolas, ganaderas y apícolas. En este caso se trata de préstamos de hasta 40.000 euros, avalados igualmente por SAECA hasta cinco años incluido un año de carencia para circulante, y que no exigen justificar la inversión.

En cualquiera de los tramos, no se precisa intervención notarial si se trata de operaciones hasta 25.000 euros (siempre que no exista otro riesgo acumulado con SAECA).

A través de estas subvenciones, Bantierra, de la mano del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, quiere facilitar el acceso a liquidez en las explotaciones españolas y facilitar una reestructuración de la deuda en el sector agrario.

En el año 2016, Bantierra ha conseguido situarse como la primera entidad financiera a nivel nacional en operaciones de préstamo para el sector primario de la línea MAPAMA-SAECA. La sociedad estatal aprobó el 69 por ciento de las operaciones solicitadas desde Caja Rural de Aragón a lo largo del 2016. En total se realizaron 661 operaciones de préstamo, con un importe global cercano a los 17 millones de euros, y un promedio de 25.000 euros por préstamo.

La Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria tiene como objeto la prestación de toda clase de coberturas (avales y fianzas) para favorecer la financiación de actividades de mejora del medio rural, preferiblemente las que son demandadas por pequeños y medianos empresarios y por entidades asociativas agrarias.