Ha sido en una rueda de prensa en la que, acompañado por la coordinadora de los académicos numerarios que han hecho esta selección, Josefa Blanco, ha anunciado que la lista está compuesta por 25 bienes patrimoniales que consideran se encuentran en peligro.

En relación al Tajo, Carrobles ha explicado que es un bien generador de algunos de los paisajes culturales "más característicos" de la provincia de Toledo.

Además, ha señalado que es "un bien incluido por su valor cultural en la declaración de Toledo como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en las inmediaciones de la ciudad y también está afectado por el Convenio Europeo del Paisaje, de obligado cumplimiento en nuestro país".

Por lo tanto, a su juicio, el río Tajo contiene "un valor histórico por su importancia en la configuración del poblamiento humano en la provincia de Toledo desde la Prehistoria y tiene un valor ambiental y cultural por su capacidad para generar paisajes culturales de valor excepcional".

Igualmente, ha recalcado que contiene un valor tecnológico por haber servido desde hace siglos para el establecimiento de abundantes maquinarias e ingenios de referencia universal y por último tiene un valor inmaterial por ser el origen de "numerosas" tradiciones y conocimientos relacionados con la gestión del agua y de otros recursos relacionados.

A preguntas de los medios sobre qué se va hacer para salvar el río Tajo, Carrobles ha insistido en que la academia "va a liderar toda una iniciativa de recuperación del Tajo, como elemento cultural fundamental protegido por la ley y por la Unión Europea".

"Hasta ahora muchas veces se ha hecho una defensa del río por valor ambiental, pero el río también tiene una protección cultural y es la que nosotros vamos a empezar a solicitar y a trabajar a partir de este momento", ha subrayado.

EL CONVENTO DE SANTA ANA Y DE SANTA ÚRSULA

Los otros bienes que forman parte de esta lista son la Vega Baja del yacimiento arqueológico, el convento de Santa Clara la Real, el convento de Santa Úrsula, los Baños de San Sebastián de Yuso, el Salón Rico del Corral de don Diego y la Coracha Docecantos. Todos ellos ubicados en Toledo.

Además de San Pedro de la Mata en Sonseca, el Castillete de la mina Económica en el complejo minero de Guajaraz en Mazarambroz, los molinos de Santa Catalina en Sevilleja de la Jara, las Aceñas del Conde en El Torrico, Caleros de Montes Claros, las minas de oro de Sierra Jaeña, el Pozo de nieve de El Piélago, los Molinos de Riofrío en Sevilleja de la Jara y la Central eléctrica del Puente Viejo en Talavera.

También forman parte de la lista el Molino de Riofrío de Sevilleja de la Jara, la Central eléctrica del Puente Viejo de Talavera, el Molino y Máquinas de Monteagudo de Oropesa, el Castillo de Barcience, el Castillo de Dos Hermanas de Navahermosa, el Castillo de Montalbán, el Castillo de Caudilla, la Atalaya del Cerro del Malojo de el Casar de Talavera, la plaza de Fuensalida, la Chimenea industrial en Yuncler y el Caso de Postas de Oropesa.

"ES UN TRABAJO EN POSITIVO"

Por último, Carrobles ha explicado que esta lista es una herramienta para trabajar en la conservación del patrimonio, y para ello lo que hacen es focalizar y dar a conocer aquellos patrimonios que "merecen la pena ser conservados".

Además, ha recalcado que "esta lista no es una denuncia, más bien es un trabajo en positivo". En este sentido, ha reconocido que en la provincia de Toledo la conservación del patrimonio tiene un nivel "bastante avanzado, lo único que hay determinados bienes que muchas veces no son concebidos como elementos de interés".

Por eso lo que pretenden, según Carrobles, es que esta lista tenga "un carácter abierto, siempre en construcción". De hecho, ha detallado que la idea que tienen es construir una segunda lista positiva, donde se "incluyan aquellos bienes que han sido atendidos durante este año y a la vez incluir aquellos otros que se encuentran en peligro".

De su parte, Josefa Blanco ha explicado que en la página de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas se facilitó un email, donde se remitieron una serie de fichas en las que aparecían una serie de bienes, que se consideraban en peligro por las personas que lo remitían.

"En total fueron 45 las propuestas que recibimos y los criterios para la selección, la verdad es que eran un poco difíciles porque la lista era muy larga y porque todos los bienes que nos remitían, prácticamente, estaban en esa situación de peligro", ha agregado Blanco.

Por lo tanto, ha subrayado que lo que quieren reflejar es un abanico "amplio" de bienes que aunque "no tengan un valor patrimonial muy elevado, si que han formado parte de nuestras vida y de costumbres que forman parte de nuestra memoria y que deben ser dignos de preservar".