Hasta ahora conocíamos el sistema de 'come todo lo que quieras por un precio cerrado' o el 'como pagas la botella de vino, te la llevas a casa si no la acabas', pero ¿te imaginas poder decidir lo que pagas por comer o cenar en un restaurante? Ya es posible en varias ciudades del mundo.

En

Viena, la capital austríaca, puedes visitar el

Der Wiener Deewan y sirven cinco menús pakistaníes al día, tres de ellos vegetarianos. Los precios por las bebidas son fijos, pero el cliente decide lo que quiere pagar por la comida. La mayoría paga un precio justo, y el restaurante no parece pasarlo mal por esta

inusual política de precios.

Algo más lejos, en

Melbourne (Australia), está el

Lentil As Anything, que también deja a los clientes pagar lo que puedan o lo que crean que merece la comida que han tomado.

También en Australia (aunque hay otros resturantes de la misma cadena en la India, Singapur y Malasia) está el

Annalakshmi. Su lema es "come lo que quieras y paga lo que te apetezca".

El

One World Café en

Salt Lake City (Estados Unidos) y el

SAME Café en

Denver (EE UU) funcionan de modo similar.

La filosofía de estos dos últimos es altruista. A la mayoría de los clientes no les importa pagar un poco más para cubrir las cuentas de los que no han podido pagar mucho o nada. Una buena salida para combinar acción social y amor por la cocina.