Según fuentes municipales, a las 02.15 horas, una patrulla policial acudió a la calle Gonzala Santana, a petición de los requerimientos de vecinos, ciudadanos y camareros de un establecimento cercano, ya que desde el balcón de una segunda planta se habían arrojado vasos de plástico y bebidas a los viandantes.
Los ruidos y gritos procedentes de la vivienda eran "perfectamente audibles" desde la vía pública y en su interior se encontraban 30 personas, casi todas ellas estudiantes que celebraban una fiesta y que abandonaron el inmueble, aunque con "algunos incidentes que alteraron de nuevo el descanso de los vecinos", ha apuntado la Policía Local.
Los agentes identificaron a dos universitarios de nacionalidad peruana, ambos de 22 años, como arrendatarios responsables del piso denunciado, que deberán hacerse cargo de las sanciones correspondientes, tanto las relativas a los ruidos emitidos como a los actos vandálicos que se cometieron.
Por otra parte, las protestas de los vecinos de un segundo inmueble, ubicado en la calle Doñinos, debido a los ruidos y a la música a "todo volumen" que procedían de una vivienda con once jóvenes en su interior, así como "el trasiego bullicioso de otros entrando y saliendo de la misma", motivó también su desalojo a las 02.45 horas.
En ella, la Policía Local filió al inquilino titular de la vivienda, un joven granadino de 23 años, que tendrá que hacer frente a posibles infracciones a la ordenanza municipal de Protección de la Convivencia Ciudadana.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios