El arzobispo se considera una víctima de los medios

El cura que lo denunció dice que se sintió perseguido desde la llegada del prelado a Granada, en 2003. Fue humillado y sufrió varias depresiones.
El juicio está contando con grandes medidas de seguridad. (EFE)
El juicio está contando con grandes medidas de seguridad. (EFE)
El juicio está contando con grandes medidas de seguridad. (EFE)

El estrés y las vejaciones que sufrió el sacerdote Francisco Javier Martínez Medina le sumieron en la depresión. Según declaró ayer ante el juez, su madre incluso le recomendó que abandonara la Iglesia. Martínez Medina denunció al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, por injurias, calumnias, acoso moral, lesiones y coacciones. Ayer éste se convirtió en el primer prelado español en sentarse en el banquillo de los acusados.

Según narró al juez Torres, instructor del caso Malaya, la persecución del arzobispo comenzó nada más incorporarse a su cargo en Granada, en 2003. Lo hizo tras abandonar el Obispado de Córdoba, donde había mantenido un enfrentamiento con el entonces canónigo y presidente de CajaSur, Miguel Castillejo.

Tiempo después, y tras advertirle de que no quería que «su clero» se relacionase con instituciones que «hacían negocios con la Iglesia», llegó la acusación de apropiación indebida en los derechos de un libro sobre la catedral de Granada. La edición del texto estaba patrocinada por la citada caja de ahorros. Además, lo destituyó como  archivero y conservador del patrimonio de la catedral, le retiró la Cátedra de Teología y le impidió ejercer de clérigo.

Por su parte, el arzobispo defendió su libertad de actuación como responsable de la Diócesis y aseguró que se siente «víctima de un acoso mediático». Achacó su actitud contra el clérigo a una «pérdida de confianza». La acusación pide una multa y la Fiscalía la absolución.

Durante su declaración, el arzobispo fue reprendido por el juez dos veces por ser «brusco» en sus respuestas. Martínez declaró casi todo el tiempo sentado, alegando dolor de espalda. Mientras, la catedral se llenaba de fieles para rezar por una resolución favorable. El juicio seguirá el miércoles próximo.

LAS DOS CARAS DEL CONFLICTO

Fco. Javier Martínez. arzobispo de granada. denunciado

«Un obispo es libre en las decisiones de su Diócesis»

El arzobispo recordó durante su declaración que los obispos no tienen que dar «explicaciones» sobre los cambios en los cargos de confianza del Cabildo. Añadió que desconocía que el libro de la discordia estaba patrocinado por CajaSur.

Fco. javier martínez medina. sacerdote. denunciante

«La acusación que sufrí me hundió profesionalmente»

El sacerdote afirma que en una conversación telefónica posterior a su cese y relacionada con la edición del libro sobre la catedral, el prelado le dijo que era «un mal sacerdote y un desobediente». Mantiene que lo hizo en «tono amenazante».

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