El cineasta Joel Schumacher, que dirigió la película Batman & Robin en 1997, considerada por muchos la peor de las entregas de la saga de Batman, ha reiterado sus disculpas por cómo salió aquella película.

"Después de Batman & Robin yo era escoria, era como si hubiera asesinado a un bebé", aseveró el director en declaraciones a la edición estadounidense de VICE, en la que recalcó que quería "disculparme con todos los fans que estaban decepcionados porque creo que les debo eso".

Schumacher quiso además exonerar de la culpa a quienes estuvieron con él en el rodaje de aquel filme. "Los de efectos especiales y todo el mundo que se rompió el culo junto con el elenco. Todos trabajaron muy duro durante muchas horas. Así que siento que su trabajo no fue reconocido como podría haberlo sido"

Sin embargo, la gente acabó viendo Batman & Robin, "esa horrible cinta", como el propio director definió, y "eso fue liberador. Pero mira, todavía me disculpo", dijo Schumacher. "Bueno, seguí haciendo otras películas y no tuve un colapso nervioso", bromeó.

Sobre por qué pudo pasar, analizaba el director que quizá fue por un exceso de ego, dado que Batman Forever (1995) fue un gran éxito de crítica y público "y todos en Warner esperaban que yo hiciera una secuela".