Ahora será el magistrado presidente el que concrete la pena que le impone al condenado, después de ser declarado culpable de los delitos de asesinato, malos tratos y amenazas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia en un comunicado.

El crimen tuvo lugar en Valencia, en febrero de 2015, cuando el hombre acudió al domicilio de la víctima, de la que se estaba separando, la abordó en el descansillo de la finca, la obligó a entrar en la vivienda y la acuchilló hasta en 85 ocasiones en la cara, cabeza, boca, cuello, tórax, corazón y abdomen.

La pareja tenía tres hijos. Según ha declarado probado el jurado, durante los 15 años de convivencia de la pareja los malos tratos habían sido habituales.

En su declaración en el juicio, el acusado aseguró que intentó defenderse y dijo que reaccionó así después de que la víctima le amenazara con un cuchillo y le plantease que dos de los hijos que tenían en común podían no ser suyos. "Daba palos de ciego. Estaba ofuscado", declaró en ese momento.

El fiscal reclamaba para él en su escrito de conclusiones provisionales 19 años y ocho meses de prisión por un delito de maltrato habitual, otro de amenazas y asesinato con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de confesión.