Una testigo protegida dice que Gijón le ofreció organizar un torneo de pádel con la condición de que fuera en MegaSport

  • Una testigo que colabora en la investigación sobre la trama de corrupción en la Policía Local ha asegurado que recibió una llamada del secretario de Álvaro Gijón para que su empresa organizara un torneo de pádel al que aspiraba con la condición de que se realizara en MegaSport.
Fachada de los juzgados de Avenida Alemania de Palma
Fachada de los juzgados de Avenida Alemania de Palma
EUROPA PRESS
Fachada de los juzgados de Avenida Alemania de Palma

Se trata de un testimonio sobre el que el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma ha levantado el secreto.

La declarante es propiedad de una empresa dedicada a la organización de eventos deportivos. Según ha explicado al juez,

en 2006 recibió una llamada del actual abogado de Álvaro Gijón, José Ramón Orta -que entonces trabajaba en el área de Seguridad Ciudadana- que le ofrecía organizar un torneo de pádel al que aspiraba, con la condición de que se realizara en MegaSport (Grupo Cursach).

La testigo se negó ya que aseguraba que las instalaciones de MegaSport eran muy caras por lo que no obtendría beneficios, pero Orta y Gijón le indicaron que no tenía que preocuparse por los gastos.

Finalmente organizó el torneo en el gimnasio -avalado por los patrocinadores del IME y la Policía Local además de empresas privadas- pero "se convirtió en un torneo de lujo", con un primer premio valorado en 8.000 euros cuando la recaudación de las inscripciones fue menor de 1.000 euros.

Además, la testigo ha asegurado que, en la fiesta que siguió al torneo, Gijón le dio "la llave de un despacho" en el que "no debía dejar pasar a nadie" y donde prepararon bandejas con rayas de cocaína. Añade que más tarde el entonces regidor le indicó que tenía que ir a recoger a unas prostitutas y trasladarlas al lugar.

En esta fiesta participaron políticos del PP y funcionarios de la Policía Local, según la declarante.

Por ello, la testigo dice que ahora entiende que el torneo "organizado para la policía local" en "un establecimiento propiedad del Sr. Cursach" "se trataba de un cambio de favores" ya que de ningún modo el torneo era rentable.

AMENAZAS PARA EVITAR QUE DECLARE EN LA CAUSA

La testigo ha denunciado ante el juez Manuel Penalva que ha recibido continuas amenazas para evitar que declarase en la instrucción de la causa, algunas de ellas relacionadas con el episodio de MegaSport.

En particular, afirma que el hijo del empresario, Tolo Cursach, y especialmente su sobrino, Pedro Rosselló Cursach, la han intentado convencer para cambiar el sentido de sus declaraciones o evitar que declarase, advirtiéndole de que "tuviera cuidado" con el empresario de la noche.

"NOSOTROS LO SABEMOS TODO, TU JUEZ PASEA SU PERRO POR ES FORTÍ"

La testigo afirma que Pedro Rosselló Cursach la llamaba "insistentemente" para controlar que no declarase en la causa. Además, ha narrado ante el juez que Rosselló se presentó en su puerta y que cuando ella se negó a abrirle él le espetó: "¿Te crees que estás segura? Nosotros lo sabemos todo, tu juez pasea su perro por Es Fortí y tú ni acabarás bien ni acabarás aquí".

Sin embargo, en otra ocasión en una llamada anónima le ofrecieron 10.000 euros por declarar, pero cree que se trata de una artimaña del entorno de Cursach para en el futuro poder restar credibilidad a su declaración dando apariencia de testimonio comprado.

En concreto, la mujer recibió una llamada anónima desde un número oculto en la que el interlocutor le dijo que sabe quién es, que "está metida en el tema de Cursach" y que sabe "lo que se ha hecho en el torneo que organizó en MegaSport", "de dónde salió el dinero" y que "había cocaína y prostitutas.

Este anónimo ofreció a la mujer 10.000 euros a cambio de decir "que Tolo Cursach fue quien te dio el dinero, quien te pidió la coca y quien pidió a las prostitutas".

LAS PRESIONES HAN CONTINUADO

Días más tarde de realizar estas declaraciones, la testigo volvió a presentarse ante el juez para informar de que se seguía sintiendo presionada por Cursach y su entorno.

Según relata, mientras su hijo menor de edad jugaba con otro niño en la finca en la que residen, su compañero de juego le dijo: "No quiero jugar contigo porque tu madre es una chivata". Después el menor subió llorando al domicilio y no quería salir más a la calle.

Además, la testigo ha apuntado que jamás ha contactado ni ha tenido interés en contactar con nadie del Grupo Cursach pero que ellos "han tenido muchísimo interés" no sólo en contactar con ella sino en convencerla para modificar sus declaraciones en la instrucción. Acusa de esto a Tolo Cursach (hijo) y a Pedro Rosselló.

Ambos le dijeron "que tuviera cuidado con su tío" (el empresario Bartolomé Cursach) en el sentido de que no saliera a la luz "lo de la droga y las prostitutas de la fiesta del Mega".

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