Una aseguradora indemnizará a un paciente por secuelas tras operarle la próstata

  • El afectado, de 74 años, recibirá 150.000 euros, según un acuerdo extrajudicial.
  • Durante la intervención quirúrgica, el urólogo le separó la próstata de la vejiga por error.
  • "A consecuencia del defecto asistencial", el paciente padece incontinencia urinaria total y permanente y disfunción eréctil.
  • También sufre perjuicio estético moderado, infecciones urinarias crónicas y un trastorno depresivo.
Una operación.
Una operación.
PIXABAY
Una operación.

Disfunción eréctil, incontinencia urinaria total y permanente, perjuicio estético moderado, infecciones urinarias crónicas y un trastorno depresivo. Todo eso padece un hombre de 74 años debido a una negligencia médica durante una operación de próstata a la que se sometió, por lo que la aseguradora del urólogo que le trató le indemnizará con 150.000 euros.

Lo ha explicado este martes la asociación El Defensor del Paciente de Cataluña, que ha señalado que el origen del problema fue que el médico separó por error la próstata de la vejiga. La entidad presentó una demanda civil contra el urólogo pero las partes, antes de que el caso llegara a juicio, han alcanzado un acuerdo extrajudicial por el cual la aseguradora del facultativo se compromete a indemnizar al afectado.

Los hechos se remontan a abril de 2013, cuando el paciente, V. B. M., fue operado de una hiperlapsia nodular benigna -un crecimiento de la próstata que le comprimía la uretra y le provocaba dificultades para orinar- en la Clínica Bofill de Girona. Durante la intervención quirúrgica, ha apuntado la asociación, "existió una falta de pericia", dado que el médico desprendió la próstata de la uretra membranosa –esfínter– y separó así la vejiga de la próstata.

A pesar del fuerte dolor y la imposibilidad para orinar del hombre durante el postoperatorio, el facultativo no advirtió la lesión y se limitó a suministrarle tratamiento analgésico sin realizar ninguna prueba diagnóstica para saber el origen de la sintomatología, tras lo que le otorgó el alta hospitalaria.

A los tres días, el paciente tuvo que ingresar en el servicio de urgencias de la clínica, al producirse un escape de orina y sangre por la herida del abdomen, lo que indicaba que existía algún tipo de obstrucción que impedía la salida normal de la orina por la vejiga.

!En esta ocasión, el facultativo tampoco estudió el origen del problema y decidió colocar una sonda vesical", sin haber realizado previamente una resonancia magnética, lo que provocó que las maniobras de colocación de la sonda dañaran la uretra bulbar, ha afirmado la entidad. Sin embargo, el paciente recibió nuevamente el alta, sin que se le explicara la gravedad de las lesiones que se habían ocasionado durante sus ingresos.

El hombre buscó luego otro centro hospitalario, esta vez en Barcelona, y allí le practicaron una resonancia magnética de pelvis que informó de la existencia de una separación de 6,5 centímetros entre la vejiga y la próstata, así como de que tenia la uretra dañada por las maniobras endouretrales del postoperatorio.

Estos dos problemas "no fueron nunca valorados, ni estudiados, ni solucionados por el urólogo que le intervino en Girona", ha señalado El Defensor del Paciente. Una vez detectados, el hombre se sometió a una nueva intervención quirúrgica –una uretroplastia termino-terminal– pero esta tampoco pudo subsanar completamente los daños causados.

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