Tras el anuncio de su separación, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar han tenido reacciones muy diferentes.
Mientras la primogénita de los Reyes aparecía con total normalidad ante la prensa, acompañando a sus hijos Victoria Federica y Juan Felipe Froilán al colegio y recogiéndoles después, compartiendo con ellos incluso algunas sonrisas, el Duque de Lugo hacía de su ático su bastión.
Ayer, varias decenas de periodistas se agolparon en la entrada del edificio donde se sitúa el citado inmueble, un ático de 500 metros cuadrados situado en el barrio de Salamanca, esperando alguna aparición del aún esposo de la Infanta, sin éxito, ya que solo se percibió el movimiento de sus guardaespaldas.
Su espera tuvo al fin compensación esta tarde, cuando el Duque de Lugo apareció, aunque muy brevemente, al salir del edificio en su coche, sin hacer declaraciones.
Según asegura Hola, citando fuentes de su círculo de amistades, fue la infanta Elena la que ha tomó en última instancia la decisión de separarse y el Duque, que está muy afectado, se refiere a la situación actual como el momento más difícil de su vida.
La última aparición pública de la pareja fue el pasado octubre en los Premios Telva. Su asistencia al acto fue calificada por los medios como un intento de acallar rumores.Al parecer, la Infanta ahora reside en las instalaciones de la
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