Los depósitos de agua de El Cristo son un monumento al despilfarro. Los inauguró el alcalde en febrero de 2004, con dos años de retraso sobre lo previsto y
casi cuatro después no sirvan para nada.
El depósito se inauguró sin estar conectado a la red de abastecimiento y el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Norte no se ponen de
acuerdo sobre quién debe
pagar la tubería. Una obra menor (de 0,9 millones de euros) si se compara con los casi
14 que costó levantar los aljibes.
Además, mantenerlos cuesta a los ovetenses
1.600 euros al año, según informe municipal. Eso sí, llenos de aire, porque agua no hay. El goteo de dinero se carga en la factura del agua de los ovetenses, que, por supuesto, no pasa por los nuevos depósitos.
El alcalde justificó, después de que el PP perdiese las elecciones generales, que él, en realidad, había sido invitado al acto por
"unos señores de Madrid". Los responsables del Ministerio de Medio Ambiente.
Además, de la entrada en servicio de los nuevos aljibes (
75.000 metros cúbicos de capacidad) depende el derribo de los viejos para ganar
espacios para la Universidad.
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