Barcelona, Madrid, Valencia, Castellón y Zaragoza ya poseen, desde hace escasos días, el sistema automatizado de Correos 'Marabú II', instalado en buzones. Pero fue la ciudad de Toledo la pionera en España en implantar este sistema piloto. Concretamente, desde la primera quincena del mes de julio, diez carteros ya poseían sus PDAs correspondientes.

Este sistema piloto permite hacer un seguimiento puntual de las recogidas de la correspondencia y demás envíos postales depositados en los buzones por los ciudadanos. "Así, al tener todo informatizado, sabemos cuándo echa las cartas la gente, y podemos adecuar los horarios a sus necesidades", afirma Eduardo Cicuéndez, responsable de comunicación de Correos en Toledo.

Se eliminará completamente el papeleo

"A nivel interno, 'Marabú II' supone tener un control mucho más exhaustivo de los buzones, aprovechando las nuevas tecnologías". Ésta es una experiencia piloto importada del correo urgente que se desarrolló en todo el país durante desde el 2004. "Queremos que ahora todos los carteros, sin necesidad de que sean de cartería urgente, lleven su PDA", informa Cicuéndez.

Este sistema obtiene información de la hora exacta de recogida de cada buzón, y de la llegada de dichos envíos al Centro de Clasificación Automática correspondiente. "Todo va por Wi-Fi y está conectado con el sistema informático central, en Madrid, en tiempo prácticamente real" añade Cicuéndez, "y después, con la firma digital, todo será mucho más rápido".

"Se eliminará completamente el papeleo, sólo con la firma digital se podrán llevar a cabo todas las gestiones. A nosotros nos da más seguridad, y tenemos un mayor control de los envíos" finaliza Cicuéndez. Más de 10.000 personas ya han probado durante estos meses el sistema en Toledo. Está implantado en la oficina de la calle Guadiela, en el barrio de Santa María de Benquerencia".

"En Toledo hay ahora mismo 500 carteros, y de manera progresiva, se les irá implantado el sistema a todos", sentencia Cicuéndez. "Eso sí, los plazos no se conocen todavía. Hay que ver cómo funcionan los servidores, y comprobar los fallos. En cuanto al presupuesto, tampoco podemos aventurarnos a dar ninguna cifra, aunque sabemos que será elevado".

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