Así lo ha elogiado en la fiesta de clausura del curso del centro de mayores de Mediterráneo-Oliveros celebrada en el Auditorio Maestro Padilla, según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado, en el que detalla que casi un millar de personas, entre socios de la Asociación de Amigos de los Mayores (Adama) y del centro de Oliveros han participado y asistido a la fiesta de fin de curso de los talleres 2016-2017.

La gala ha contado con más de una decena de actividades, desde la representación de una obra de teatro al espectáculo de castañuelas o la actuación del coro Melodía de Adama, entre muchas otras.

Todas son actividades relacionadas con los cursos y talleres realizados por los mayores a lo largo del curso y reflejo del "ejemplo que dan a la hora de disfrutar y seguir viviendo la vida de forma plena y, además, pensando en quienes les rodean", ha significado la concejala.

Ortega ha destacado también "la implicación de los mayores en la tarea de aprender y de enseñar a otros". No en vano, Adama cuenta ya con más de 2.200 socios.

840 ALUMNOS SEMANALES

A lo largo de este curso 2016/2017, se han impartido en el centro de mayores de Oliveros más de 40 cursos que han contado con cerca de 840 alumnos semanales.

Una cifra que viene a confirmar el hecho de que los mayores almerienses "entienden perfectamente qué es envejecimiento activo" y de que "lo llevan a la práctica", según Ortega, que ha comprobado en la gala de fin de curso que "el trabajo, el cariño, el tiempo o cualquier subvención que el Ayuntamiento dedica a la gente de más edad es devuelto por ellos con creces".

Se ha comprometido la concejala a "seguir trabajando en esta línea para que la próxima temporada los mayores cuenten, un año más, con una gran variedad de actividades y talleres".

"El Ayuntamiento estará a vuestro lado trabajando, aportando y sumando todas aquellas iniciativas que vengan a enriquecer" la vida de los mayores, ha concluido Pilar Ortega, que ha disfrutado en el Maestro Padilla de un completo programa de actividades coordinado por Dolores López Collado.