Los dos retos del fin del roaming: la picaresca y la sobreutilización de redes en zonas turísticas

  • Desde este jueves los usuarios de móvil de la UE no tendrán que pagar costes en itinerancia por usarlo temporalmente en otro país comunitario.
  • La Comisión permite sin embargo a las operadores que impongan recargos a los clientes que usan redes en itinerancia de forma permanente.
  • Algunos expertos vaticinan que las redes en los países turísticos como España podrían colapsarse y que las operadoras encarecerán las tarifas.
Una persona muestra un SMS con información de roaming en su teléfono móvil durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Una persona muestra un SMS con información de roaming en su teléfono móvil durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
EFE/Patrick Seeger
Una persona muestra un SMS con información de roaming en su teléfono móvil durante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).

A partir del jueves habrá dos actos inconscientes que realizas al salir de España que ya no tendrán sentido: uno, desconectar los datos del móvil; el otro, dejarlo sonar y no cogerlo para que la operadora no te pegue el 'palo'. Dos gestos caducarán este 15 de junio, cuando entre en vigor el fin del roaming en la UE, tras años de negociaciones, textos modificados y límites para que el beneficio del uso de la medida... no se convierta en abuso.

Entonces, ¿voy a dejar de pagar más cuando uso el móvil fuera de España?

Sí. Desde el jueves pagarás lo mismo que con tu tarifa nacional. Los operadores se aplicará entre sí los cargos de interconexión —3,2 céntimos por minuto de llamada, 1 céntimo por sms y 7,7 euros por gigabyte—, pero será transparente para el cliente porque esos precios mayoristas se diseñaron por la CE para ser lo suficientemente bajos, que evitasen un daño grave en los costes en las empresas que fuese a acabar repercutido en el cliente.

¿Esto aplica en cualquier país extranjero?

Si con 'extranjero' te refieres a los 28 países de la UE, así es. En todos ellos —y de momento también en Reino Unido, a pesar del bréxit— se eliminarán  los costes extra por navegar, enviar SMS y hablar por teléfono. En Islandia, Liechtenstein y Noruega desparecerá también la itinerancia, pero se mantendrá en otros países no comunitarios (como Andorra o Suiza) y en otros continentes. "Estados Unidos y Europa no tienen un órgano compartido para poner fin a la itinerancia", explica Neus Soler, profesora de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

¿Aunque tenga una tarjeta prepago?

No. De momento solo se aplica a clientes con tarifas de contrato. Las operadoras serán libres en todo caso de ofrecer a sus clientes de prepago tarifas especiales por itinerancia o, directamente, eliminar el sobrecoste.

¿Tengo que avisar a mi compañía?

No. Es tu compañía de telecomunicaciones la que debe incluir desde el jueves en tu contrato la llamada "itinerancia como en casa", tanto en los nuevos contratos como en los existentes. Si tu operadora te cambia otras condiciones del servicio aprovechando el fin de roaming, la Comisión recuerda que  "tienes derecho a rescindir el contrato sin ninguna penalización en caso de no aceptar los nuevos términos".

'Itinerancia como en casa'... ¿qué es eso?

Es el apodo oficial que ha recibido el fin del roaming (Roam like at home, en inglés). El nombre no es baladí. La UE limita la eliminación de la itinerancia a los nacionales de un país comunitario que viajen desde su "casa" a otro país de forma temporal. Y define por "casa" al país con el que el cliente mantiene un vínculo de estabilidad, ya sea porque trabaja, estudia, vive o incluso se ha reubicado allí para disfrutar su jubilación, algo que en España sucede mucho con personas mayores de países vecinos.

Y todo esto, ¿sin límite?

No lo hay con llamadas y SMS, pero sí con los datos, sobre todo si tienes una tarifa ilimitada. Ese tope, dice la UE, "tendrá que ser lo suficientemente elevado como para cubrir las necesidades de datos en itinerancia". Y esa cuantía será por los menos el doble del volumen obtenido al divir el precio de su paquete de telefonía entre 7,7 euros. La Comisión lo explica con un ejemplo: "Si su paquete cuesta 35€ y tiene tarifa plana de datos, el tope de GB que podrá usar en itinerancia será 9,1". Superado ese límite, el operador aplicará un "pequeño recargo" que no podrá superar 7,7 euros más IVA por GB.

¿Por qué se remarca tanto lo de 'en casa'?

Para evitar abusos. Uno de los puntos más discutidos en los últimos meses durante la negociación era que nadie aprovechase del fin del roaming para contratar servicios en países más baratos y luego usarlos permanentemente en una red distinta a la que tenía contratada. Por ejemplo, que un holandés compre 10 tarjetas móviles en Lituania, el país con las llamadas más baratas y las use en su país al coste del servicio lituano, que es un 774% inferior.

¿Cómo se controlará la picaresca?

Cada operador verificará si un cliente realiza una "utilización razonable" de la itinerancia midiendo durante cuatro meses la proporción geográfica de uso del servicio. Si observa que utiliza los servicios más tiempo fuera del país donde contrató la línea, considerará que no se beneficia del 'roam like at home'... sino de un 'roaming permanente'. Y te lo hará saber.

¿Y qué pasa entonces?

Tienes un plazo de 14 días para justificar tu residencia habitual en el país donde contrataste el servicio. Si no lo haces, la operadora iniciará un procedimiento de reclamación y te cargará el precio mayorista citado. Por supuesto, hay canales de reclamación para los ciudadanos que no estén de acuerdo con su operador y podrán acudir a la autoridad reguladora nacional para que arbitre el conflicto.

Vivo en España, pero trabajo cada día en Portugal... ¿qué hago?

No hay problemas. Como trabajador transfronterizo que cada día pernocta en su casa, su operador detectarán esa conexión diaria en su "casa", a pesar de que luego navegue por Internet o llame todo el día desde el país vecino.

¿Por qué España tendrá más problemas que otros en afrontar el adiós al roaming?

Por el turismo. Las llegadas de extranjeros no dejan de crecer y los visitantes más frecuentes son británicos, franceses y alemanes. Antes, con sus líneas nacionales, usaban poco el móvil para evitar el roaming. Pero ahora tendrán libertad para navegar lo que quieran, subir sus fotos vacacionales a las redes sociales, llamar a casa todo lo que quieran... y todo eso sin recargos.

"Esto supondrá un pérdida de calidad del servicio, las redes estarán más cargadas y la infraestructura no aguantará este incremento de conexiones", vaticina José Antonio Morán, profesor de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones en la UOC, que no ve tanto problemas en urbes con gran despliegue de redes, sino en los pueblos que disparan su población en verano. Allí, dice Morán, podrían haber cortes de llamadas y navegación lenta.

Pero el precio seguirá siendo el mismo, ¿no?

Pues no esta claro. Las operadoras podrían verse tentadas a subir precios para compensar el coste de 1.200 millones que les supone el fin del roaming, según la Comisión Europea. La portavocía española del Ejecutivo comunitario asegura que "Competencia vigilará que no crezcan las tarifas". Pero no todos lo tienen tan claro. "La demanda de infraestructuras adicionales acabará repercutiendo en el precio global", apunta Morán.

España y otros países mediterráneos pidieron en las negociaciones que se aplicara un "mecanismo de salvaguardia", una especie de recompensa a las compañías que operasen en países con gran afluencia turística. Pero la UE se negó en aras de una estabilidad tarifaria que no complicara el modelo.

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