La Comisión Europea ha propuesto un paquete de medidas para reformar el sector de las telecomunicaciones. Destaca la intención de realizar una "separación funcional" de las redes y los servicios de las operadoras, así como la creación de un regulador paneuropeo.
La comisaria europea para la Sociedad de la Información,
Viviane Reding, ha señalado que estas dos medidas
"abrirían el mercado a otras operadoras" más pequeñas, y mejorarían las opciones de elección a los 500 millones de consumidores de la UE.
Tras recordar que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que en la UE
"
las ondas no pertenecen a nadie, al igual que Internet", Reding señaló que el mercado único y los consumidores "deberán crear una nueva competencia transfronteriza".
Sobre la separación funcional, una medida destinada a que los reguladores nacionales mejoren la competencia, Reding dijo que la opción
"no es una panacea y no deberá ser utilizada de forma abusiva". Para que un regulador pueda hacer uso de la medida, requerirá antes "luz verde por parte de la Comisión".
La autoridad reguladora paneuropea, por otra parte,
deberá "trabajar con los reguladores nacionales y estimular las ventajas para los consumidores". "Reunirá a los responsables de las autoridades reguladoras nacionales en un organismo que podrá asesorar a la Comisión" y ser el "centro de excelencia del sector", según Reading.
La propuesta deberá recibir el respaldo del Consejo de ministros de la UE y del
Parlamento Europeo en los próximos meses para poder entrar en vigor como anunció Reding "a principios de 2010".
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