El objeto de las obras es proporcionar la infraestructura "suficiente" al municipio de Logrosán, para tratar sus vertidos hasta alcanzar la calidad requerida para su vertido al Arroyo del Gingal.

La inversión de los nuevos colectores y depuradora alcanza los 2,4 millones de euros, cofinanciados con fondos Feder, y el plazo de ejecución de la obra, a cargo de una UTE de empresas extremeñas, se ha fijado en 20 meses, más otros 12 de puesta en marcha.

El proyecto contempla la ejecución de una nueva conducción de agua desde el río Ruecas hasta la ETAP de Logrosán-Zorita, con una longitud aproximada de 17 kilómetros y dotada de sus correspondientes piezas de desagüe y valvulería. El proceso de depuración, bombeos, etcétera, estará completamente automatizado, explica la Junta en nota de prensa.

Asimismo, el consejero Navarro ha señalado que con esta construcción se "garantiza" que la depuración de las aguas residuales en Extremadura se realice "en condiciones de máxima seguridad y calidad, según los criterios que marca la normativa europea".

A esta construcción se suman las nuevas depuradoras de Madrigalejo, Berlanga, Cilleros y Segura de León, actualmente también en ejecución, con una inversión global de más de 16 millones de euros.

De igual modo, el titular autonómico de Economía e Infraestructuras ha mencionado las 47 nuevas Depuradoras de Aguas Residuales que el Ejecutivo extremeño ha previsto construir en el período 2017-2020, con lo que "el 85 por ciento de los municipios extremeños dispondrán de un sistema adecuado para la depuración de sus aguas".