Un 47% de los inmuebles de la ciudad de Barcelona verán rebajado su valor catastral a partir del 1 de enero de 2018 tras la revisión de dichos baremos realizada y que sustituye a la última, vigente desde 2002, que los tenía sobrevalorados y donde la burbuja inmobiliaria no estaba reflejada.

Este descenso impactará sobre todo en los barrios "más vulnerables de la ciudad y donde los ciudadanos están pagando una media de 100 euros más de IBI", tal y como ha confirmado este jueves el alcalde accidental de la capital, Gerardo Pisarello.

De este porcentaje del 47% de inmuebles un 24% corresponde a los de uso residencial, que bajan de valor catastral y también de IBI. También lo harán, según los usos, un 91% de las industrias, un 89% de los aparcamientos, un 69% de los comercios y un 64% de las oficinas.

Un total de 41.251 inmuebles entre oficinas, comercios y vivienda residencial han cambiado de uso respecto a 2002, por ejemplo, comercios que se han convertido en viviendas o industrias que han pasado a ser comercios.

A pesar de estas bajadas, la revisión catastral de Barcelona ha finalizado con un incremento global del 19% del valor de los 1,1 millones de inmuebles de la ciudad, que se irá aplicando de forma paulatina en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante la próxima década (2018-2027) en función de los acuerdos políticos que se vayan adoptando en el seno del Consistorio. La subida de 2001 fue del 112% y la más reciente en Madrid de un 74% en 2011. En 2018, ese aumento sí que ya se verá reflejado en el impuesto de plusvalías (el que se paga cuando se vende un inmueble).

Pisarello ha garantizado este jueves que el IBI no subirá en la factura de 2018 para los inmuebles que aumenten de valor catastral porque el Ajuntament, en sus Ordenanzas Fiscales, ha marcado unos topes que impiden subidas impositivas en los inmuebles de menos de 300.000 euros de valor catastral (unos 600.000 euros de valor de mercado) y que equivale al 96,4 % del total de hogares (actualmente son el 98%).

No obstante, los inmuebles que bajan de valor catastral si que verán reducida la factura del IBI, ya que las mencionadas ordenanzas no impiden disminuciones en los recibos. De esta manera, sobre la propiedad horizontal (650.420 viviendas) el impuesto se verá reducido de media en el recibo en 0,89 céntimos de euro. Si el recibo medio de 2017 es de 478 euros el de 2018 será de unos 477.

La mayor bajada se experimentará en dos de las zonas más acomodadas de la ciudad, Vallvidrera y Les Planes, con 119 euros menos. Y en una de las más deprimidas, Nou Barris, con 109 euros menos anuales. La mayor subida media se dará en otro barrio de la zona alta, Tres Torres, con 42 euros más anuales en el IBI.

En el eje central de Barcelona, en barrios como el Gòtic, el Eixample, Gràcia o Sarrià-Sant Gervasi, el incremento del recibo será de entre 3 y 12 euros anuales de media. Otros barrios donde los importes del IBI quedarán igual que hasta ahora o experimentarán variaciones muy pequeñas son el Poblenou (57 céntimos de euros menos de media), el Raval (21 céntimos de euros más), la Barceloneta (50 céntimos de euros más) o Sant Pere y Santa Caterina y el Born (75 céntimos de euro más).

En consecuencia, el Ajuntament ha previsto una bajada en la recaudación en concepto del IBI, unos 30 millones de euros menos, a descontar de los 650 millones de euros que reciben las  arcas municipales, que se compensaría con el aumento de los importes del impuesto de plusvalías.

En los 44.684 comercios de la ciudad, se ha querido ajustar el valor catrastal al de mercado, con un descenso medio del 10,4%, por lo que dos terceras partes de los recibos para el comercio bajarán de valor unos 133,27 euros de media. En los 325.850 aparcamientos censados, el IBI bajará un 12,9% de media, unos 15,05 euros menos.