En 1978, tres años antes de la formación de Sonic Youth y de sentar las bases de la escena noise rock, un jovencísimo Thurston Moore asistía en Nueva York a un evento en honor a su admirado William S. Burroughs. El padre de la generación beat y autor de El almuerzo desnudo había estado muchos años exiliado voluntariamente en Tánger, París y Londres y acababa de regresar a Estados Unidos. Motivo más que suficiente para que un grupo de artistas de la llamada contracorriente, encabezados por James Grauerholz, Sylvere Lotringer y John Giorno decidiera celebrar su vuelta.

Aquello se bautizó como Nova Convention y se celebró durante los días 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre en el Entermedia Theater. Durante esas tres jornadas el teatro se vino arriba con lecturas, proyecciones y performances sobre el trabajo del escritor y reunió "cabezas de cartel" que ya los querrían para sí hoy festivales como el Primavera Sound: Laurie Anderson, Patti Smith, Philip Glass, Frank Zappa, John Cage y los escritores Brion Gysin, Allen Ginsberg y Timothy Leary, entre otros.

Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la muerte del autor, Moore decidía poner en marcha este año una exposición que resumiera el espíritu único e irrepetible de aquella convención de la que fue testigo de excepción con apenas 19 años y que ahora recala en el EACC (Espai d'Art de Castelló) hasta el próximo 30 de julio.

"Había algo mágico en el aire de Nueva York y parecía que no existiera ningún otro mundo en 1978. Burroughs volviendo a la ciudad donde predijo que la energía urbana y la luz cegadora del punk rock era una cuestión de orgullo e integridad. El futuro nos pertenecía", recuerda de aquel evento y de un autor al que considera "uno de los escritores más esotéricos y más brutales, por un lado muy personal pero por otro muy político".

Para poner en marcha la muestra Moore ha contado con la colaboración de la artista Eva Prinz, que destaca la presencia femenina del evento: "Para mí Burroughs era un buen curador y él tenía una gran comunidad, la gente no lo imagina como alguien amable, pero unió a muchos artistas y puedes ver a algunas de esta increíbles mujeres en estas imágenes: Anne Waldman, la poeta, Laurie Anderson, muy joven y guapa, Patti Smith que estaba muy unida a Burroughs... Hacer destacar a estas grandes pensadoras, especialmente estas artistas femeninas era algo muy importante para mí".

Los asistentes podrán admirar objetos rara vez expuestos, como documentos, discos, pósters y memorabilia original pero el plato fuerte de la exposición son, sin lugar a duda, las fotografías en blanco y negro realizadas por James Hamilton, entonces joven fotógrafo del Village Voice de Nueva York y hoy en día estrecho colaborador del realizador Wes Anderson.

"Hasta que llegué allí pensaba que iba a ser un encargo formal, no sabía mucho más, y entonces me sorprendí al ver a todos estos personajes allí, que eran todos fascinantes y fantásticos, la mayor parte de ellos eran mis héroes", confiesa Hamilton.

Sus instantáneas reflejan la algarabía de las tres jornadas, la complicidad del homenajeado con todos sus ilustres invitados y la admiración que le profesaban a su persona y su radical obra. Solía decir Burroughs que "un hombre no puede tener peor destino que estar rodeado de almas traidoras". Éste, desde luego, no fue su caso. Sus amigos le hacen justicia.