Condenado a ocho meses de cárcel por maltratar y cortarle el rabo a su perro en Vizcaya

  • El hombre, vecino de Galdakao, amputó "de forma injustificada" el rabo a su perro, con un objeto romo y sin asistencia veterinaria.
  • Ha sido condenado por un delito de maltrato animal y según recogen lo hechos, le produjo una herida en la que "sobresalían los tendones".
Un perro en la consulta del veterinario.
Un perro en la consulta del veterinario.
GTRES / ARCHIVO
Un perro en la consulta del veterinario.

El Juzgado de lo Penal número 5 de Bilbao ha condenado a ocho meses de prisión a un vecino de Galdakao (Bizkaia) que, en agosto de 2014, amputó "de forma injustificada" el rabo a su perro, con un objeto romo y sin asistencia veterinaria.

La sentencia, que ha sido hecha pública este jueves por la Asociación Animalista Aprova, que denunció los hechos, condena a este hombre por un delito de maltrato animal.

Según recogen los hechos probados, la amputación del rabo a este perro, un mestizo de nombre Pupy nacido en octubre de 2013, le produjo una herida en la que "sobresalían los tendones, la musculatura e incluso se le veía el hueso y la piel estaba empezando a necrotizarse".

Al día siguiente de cortarle el rabo, el dueño de este perro acudió a una clínica veterinaria de Galdakao sin el animal y después de que su responsable le instase a llevarlo, el profesional practicó al perro unas curas en el momento y le intervino quirúrgicamente una jornada después.

La sentencia confirma también que, antes de amputarle la cola, este hombre, que padece retraso mental leve, "había pisado y golpeado" al perro en la calle. El Juzgado absuelve de un delito continuado de maltrato animal a la mujer que convivía con el dueño del perro, que había sido también denunciada por Aprova.

En una nota, esta agrupación ha deseado este jueves que esta condena "cree jurisprudencia y contribuya a que actos tan violentos hacia los animales cesen para siempre y que estos delincuentes paguen sus penas dentro de prisión".

Este grupo ha lamentado "las palizas que este pobre cachorro recibía en plena calle y los gemidos de dolor que se oyeron cuando le cortaron cruelmente el rabo sin la herramienta adecuada y sin anestesia, así como la tristeza y pena que presentaba el animal".

Estos hechos alertaron a los vecinos de Galdakao, que comunicaron lo sucedido a Aprova, agrupación que considera que, de no haber intervenido el Juzgado, los malos tratos infligidos a este perro habrían acabado con su vida

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