El tirón del turismo y la reorientación de las exportaciones son los principales factores que mantienen a España en el duodécimo puesto de la lista de países con mayor presencia en el exterior, que sigue dominando Estados Unidos en un contexto en el que la globalización parece dar marcha atrás.

El Real Instituto Elcano ha presentado este jueves el informe de Presencia Global en 2016, que en esta ocasión han formado más de 100 países.

El presidente de la entidad, Emilio Lamo de Espinosa, ha resumido en tres conclusiones el contenido de un estudio que no mide el poder, sino otros vectores como las exportaciones, las patentes, los turistas o hasta las competiciones deportivas.

Y esas tres conclusiones son la mayor presencia de la dimensión militar, que ha aumentado considerablemente en 2016; la menor presencia de la economía, cuya ralentización, generada por la crisis, no da síntomas de dar un vuelco; y cómo el espacio exterior sigue acaparado por unos pocos, por "países fuertes", en palabras de Lamo de Espinosa.

España es el 12º país en esa lista gracias, esencialmente, al tirón del turismo y al peso de las manufacturas en las exportaciones, si bien, como ha apuntado Manuel Gracia, uno de los coordinadores del informe, ha experimentado una leve contracción en presencia global por la caída de inversiones en el exterior, entre otros motivos.

La posición es la misma que la de hace un año, cuando España pasó del 11 al 12 precisamente por las consecuencias de la crisis. En esos puestos se ha movido el país durante estos años del siglo XXI, así que la estabilidad es la nota dominante: no empeora en exceso, pero tampoco mejora.

En comparación con los países de la UE, es el sexto en el Índice del Real Instituto Elcano: Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos e Italia están por delante.

Desde una mirada global, Estados Unidos continúa (nunca se ha movido de ese puesto) como el país con mayor presencia en el mundo al sumar casi 2.500 puntos, una distancia aún muy amplia para el que se ha afianzado en la segunda posición: China, que acumula unos 730 puntos.

Alemania es el tercer país con mayor proyección, antes que Reino Unido y que Francia, que completan los cinco primeros lugares.

Preguntados los coordinadores del informe por el efecto que el "brexit" pueda ocasionar en las dimensiones exteriores de Reino Unido y de Europa, la investigadora Iliana Olivié ha incidido en que la evaluación dependerá de qué relaciones mantengan ambas partes a final del proceso de desconexión.

El Índice Elcano ha permitido observar qué cambios en las correlaciones mundiales se han producido desde la caída del Muro de Berlín: si en los 90 Estados Unidos y Rusia llevaban la voz cantante, en 2005 se produce la irrupción de China, y por detrás, de otros países asiáticos, especialmente Corea del Sur (11), India (13) y Singapur (17).

Actualmente, Rusia es séptimo tras ser desbancado en 2016 por Japón como consecuencia de la caída en bienes energéticos, uno de los pocos cambios que se han producido desde 2015 aparte del ascenso de Canadá, que relega a Países Bajos al noveno lugar.

La ausencia de importantes alteraciones es un factor que recorre toda la lista, en la que sus tres primeros países, el podio de Estados Unidos, China y Alemania, siguen mejorando sus tendencia.

Entre los llamados países emergentes, el comportamiento es heterogéneo: mientras China, Corea del Sur, India y Singapur muestran un gran dinamismo, otros como Brasil (18) no han tenido el mismo exitoso desarrollo. Esto lleva a concluir que "el periodo de intensas ganancias de presencia global por parte de los emergentes podría estar temporalmente en suspenso".

Otro de los aspectos en los que repara el informe es la diferencia en las tendencias de Estados Unidos y de la UE a partir de 2012, que es cuando el país que hoy gobierna Donald Trump empieza a aumentar su cuota de presencia en el mundo tras muchos años de paulatina reducción; a la Unión Europea le pasa lo contrario: su proyección exterior no para de bajar desde 2005.

Parece producirse, vistos todos los elementos, el comienzo de una fase de "desglobalización".

Desde 1990 a 2015, la economía y ámbitos "blandos" (ciencia, turismo, nuevas tecnologías, etc.) crecen en contraposición a la capacidad militar, que se retrae.

Pero en los dos últimos años la economía se ha resentido debido a la menor contribución de la energía y la llamada economía "blanda" se ha movido más discretamente. La capacidad militar, por el contrario, ha crecido casi un punto en esta posible etapa de "desglobalización".