Desde 1989 en Nueva York puede verse la escultura de bronce de un enorme toro que está a punto de embestir. La obra de arte, de más de 3.000 kilos de peso es obra de Arturo Di Modica y representa al pueblo norteamericano enfrentándose a los poderes económicos y financieros.

Su primera instalación fue un acto de rebeldía, de crítica hacia Wall Street y su modo de dirigir la vida de las personas, pero la buena acogida de los neoyorkinos hizo que se instalara de forma definitiva en el parque Bowling Green, cerca de Wall Street.

Pero desde hace casi cuatro meses justo enfrente del enorme animal hay otra estatua. En este caso representa a una pequeña niña con coleta y los brazos en jarras que desafía al toro y que ha sido apodada como Fearless Girl (la chica sin miedo).

La pequeña, obra de Kristen Visbal, se instaló de forma provisional y sólo para una campaña publicitaria de State Street Global Advisors (SSgA) que acababa de sacar un índice de empresas con paridad de género entre sus dirigentes.

La buena aceptación de esta nueva inquilina entre el turismo y los ciudadanos (hay más de 25.000 fotos en Instagram etiquetadas como #fearlessgirl, según el The Washington Post) hizo que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, haya dado permiso para que la pequeña sin miedo permanezca allí hasta febrero de 2018.

Sin embargo, además de recibir críticas de sectores feministas que lo consideran una mercantilización de su movimiento, el autor del toro, Arturo Di Modica se quejó públicamente de que la niña altera el sentido de su obra, que pretende ser un reflejo del poder del pueblo frente al poder fianciero, algo a lo que no debería enfrentarse desafiante una niña.

Muchos otros artistas así lo ven y ahora otro escultor, Alex Gardega, ha dado un paso más y ha creado una pequeña escultura de un perro orinando con la pata levantada. Este lunes lo puso junto a la niña, que recibiría las aguas menores del animal, al que ya se conoce como 'pissing dog'.

Para Gardega es una metáfora: "El perro invadiendo su espacio [el de la niña] es un reflejo de ella invadiendo el espacio que pertenece al toro", afirmó sobre su obra, que sólo duró unas horas antes de ser retirada.

"El artista que hizo el toro se dejó 350.000 dólares de sus ahorros en la escultura y ahora la chica sin miedo altera su significado", dijo Gardega, en referencia a Di Modica, que efectivamente pagó el bronce de la estatua de su propio bolsillo.