El Banco de España avisa de la "tendencia creciente" de la temporalidad y su efecto en las pensiones

  • Desde finales de 2013 la creación de puestos de trabajo temporales ha representado el 54% del total y crece 5 puntos más que los indefinidos.
  • El organismo advierte de que si no se adoptan medidas para mejorar los ingresos de la Seguridad Social, la pensión media irá disminuyendo.
  • Destaca tres factores que limitan el crecimiento: el elevado paro estructural, el envejecimiento de la población y el reducido nivel de productividad.
  • Considera fundamental reducir la deuda pública (ahora es del 100% del PIB) porque "introduce vulnerabilidad" ante una futura alza de tipos.
El Gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde.
El Gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde.
EFE
El Gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde.

La dualidad laboral en España es uno de los lastres económicos del país. Todos los organismos coinciden en ese diagnóstico. Lo dice el FMI. Lo dice la OCDE. Y lo dice la Comisión Europea. El último informe del Banco de España, ahora, también ve necesario reducirla y advierte que la ratio de temporalidad en el empleo ha retomado la "tendencia creciente".

Así se desprende del Informe Anual 2016 publicado por el organismo supervisor este martes, en el que alerta que el sistema de contratación vigente fomenta esta dualidad. Y esta, a su vez, "una elevada volatilidad de la contratación" que lastra la productividad de los temporales (se enfrentan a carreras con "excesiva rotación") y de los indefinidos, que presentan una movilidad laboral "demasiado reducida".

La tendencia al alza de la temporalidad se fundamenta en números: desde 2013 los trabajos temporales representan más de la mitad (54%) de los puestos creados. En concreto,los acuerdos de duración determinada crecieron un 6,8% en 2016, cinco puntos más que los indefinidos. "Una pauta habitual en España durante las recuperaciones cíclicas", lamenta el Banco de España.

En conjunto, la tasa de temporalidad asciende hasta el 26,5% del total de asalariados, valor que supera en 4,5 puntos porcentuales el nivel mínimo alcanzado en 2013, si bien es todavía muy inferior al alcanzado en 2007, al final de la anterior fase expansiva, cuando dicha ratio alcanzó el 31,6%.

El problema de las pensiones empeora con los bajos salarios

El Banco de España valora que el paro se reduce "con rapidez" (es del 18,75%, ocho puntos menos que en 2013), pero pone dos pegas: la primera, que aún está  "muy por encima" de la media comunitaria; y la segunda, que la caída se ha producido manteniendo la moderación salarial que ya se fomentó en la crisis: el alza de la la remuneración por asalariado fue nula en 2016 y el pactado en convenio ( 1,2% de media) fue "contenido".

La contención salarial beneficia al empleo, pero tiene un efecto negativo sobre el sistema de pensiones porque los ingresos por cotizaciones menguan y son incapaces de hacer frente a las prestaciones. Según el Banco de España, sin incrementos adicionales de los ingresos, el ajuste en el sistema se tendrá que realizar reduciendo la pensión media respecto al salario medio.

Tres problemas a largo plazo: desempleo enquistado, envejecimiento y productividad

El eje central de la política económica española, dice el Banco de España, debe abordar tres problemas a largo plazo: el elevado desempleo estructural, el envejecimiento de la población y el reducido nivel de productividad.

Según el Banco de España, el desempleo de larga duración —el 44% de los parados lleva más de un año sin empleo y el 45% carece de ayuda estatal— asoma las "dificultades de amplios colectivos de parados para beneficiarse de la recuperación" y el "riesgo de que sean desplazados permanentemente del mercado de trabajo". Propone como solución favorecer su empleabilidad con más formación y bonificaciones a la contratación.

El organismo advierte en segundo lugar que la evolución demográfica es un reto ya que "eleva partidas de gasto público como la sanidad, el cuidado de los mayores y,las pensiones". La solución propuesta para este envejecimiento: determinar la relación deseada entre salarios y pensiones, y las vías para garantizar la suficiencia de ingresos del sistema.

Para luchar, por último, contra el "escaso" dinamismo de la productividad, el Banco de España exige revisar aquellos elementos que dificultan la entrada en el mercado de nuevas empresas o que limitan su crecimiento. Es decir, fomentar un aumento de tamaño de las empresas en un país donde el peso de las pymes es mayor que en otros países avanzados.

Los ocho diagnósticos adicionales del Banco de España

1. La elevada deuda pública daña al déficit y nos hace vulnerables a una subida de tipos.

El Banco de España alerta que la deuda pública se ha estabilizado en un nivel muy elevado, cercano al 100% del PIB, después de haber aumentado en más de 60 puntos durante la crisis. Y lo peor, asegura que hay pocas probabilidades de que en la próxima década baje del 60% del PIB exigido en el Pacto de Estabilidad. El organismo considera fundamental reducir esta deuda porque "introduce vulnerabilidad" ante una futura alza de tipos y este coste de financiar la deuda se carga a los presupuestos. Por eso, aboga por unos presupuestos a medio plazo encaminados a acabar con el déficit.

2. Prevé un crecimiento más moderado.

Estima que el "necesario" tono fiscal restrictivo para cumplir con el déficit hará que las rentas de las familias y de las empresas muestren una "cierta moderación" en su ritmo de crecimiento. Sus últimas previsiones macro económicas, revisadas en abril, elevaron en tres décimas la estimación de crecimiento para este año, hasta el 2,8%, y que posteriormente se ralentizará hasta el 2,3% en 2018 y al 2,1% en 2019.

3. Una recuperación debida a fenómenos "transitorios".

Presume el Gobierno siempre que puede de sus reformas para explicar la recuperación económica española, pero el Banco de España matiza esta alegría. Reconoce el organismo que la intensidad de la actual recuperación fue "más intensa de lo esperado" entre 2014 y 2016, pero lo achaca en parte al impacto de factores "predominantemente transitorios" —los llamados vientos de cola— como la mayor demanda y el abaratamiento del petróleo.

4. Las exportaciones van bien, pero con matices.

El organismo señala que los mercados de exportación de España han mostrado un comportamiento "menos dinámico de lo esperado" hace casi tres años. Admite sin embargo que las reformas y la reducción de deuda privada mejoraron la competitividad económica española para crecer de forma más "equilibrada".

5. Los precios no subirán más allá del 2%.

El organismo dirigido por Luis María Linde estima que el precio del petróleo se estabilizará en sus niveles actuales y por eso calcula que el IPC medio de 2017 no se elevará por encima del 2%. En todo caso, alerta de la dependencia española del petróleo importado y pide evitar una traslación generalizada de las recientes alzas del crudo a los precios de otros bienes y a los salarios, dado el efecto negativo que generaría en la competitividad de la economía.

6. Los tipos subirán de forma modesta y apenas afectará a los hogares.

El regulador bancario espera una subida "gradual y moderada" de los tipos de interés para los hogares, que será más intensa (y lenta) para las administraciones públicas. Por eso afirma que el "notable desendeudamiento" de las familias durante los últimos años ha contribuido a que se modere sustancialmente el efecto renta negativo asociado a aumentos en los tipos de interés, y añade que los efectos sobre el consumo serán "reducidos".

7. Los riesgos también vienen del exterior.

El Banco de España advierte que en los últimos trimestres han ido concretándose "riesgos provenientes del entorno exterior" que podría dañar la economía española de mezclarse con los elementos de fragilidad propios del país. Entre esos "focos de incertidumbre", señala la transición china a una economía de consumo, la exposición al Brexit en el sector turístico y financiero, la posible "expansión fiscal" en EE UU con Trump y el "proteccionismo" abrazado en algunos países, algo "particularmente adverso" para España por la intensificación de su economía al exterior desde la crisis.

8. Pide más fusiones bancarias.

El Banco de España pide a las entidades españolas un sector más consolidado porque su baja rentabilidad es un "elemento de vulnerabilidad" de la economía española. También pide a la banca que busque fuentes alternativas de ingresos —dado el escenario actual de tipos de referencia al 0%— dado que los márgenes de intereses del sector han caído un 24% desde 2007. Ahí es donde entran las fusiones. Según el organismo, la recuperación de la rentabilidad exige un incremento de la eficiencia a la que "potencialmente" podrían contribuir una cierta "consolidación adicional del sector".

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