Si tiene que acudir esta semana al médico de familia, vaya armándose de paciencia. Catarros y procesos víricos están llenando ya estos días los centros de salud de Zaragoza, donde las esperas para lograr una cita con el médico de cabecera se llegan a demorar hasta una semana.

A las consultas habituales hay que sumar la congestión que producen además las citas para la vacuna de la gripe. Todo depende, sin embargo, de la zona en la que se viva (la residencia marca el consultorio al que se pertenece).

Los barrios con mayor porcentaje de población superior a 65 años, inmigrantes y desplazados (sobre todo estudiantes) son los que más saturación están registrando en los consultorios, según pudo comprobar 20 minutos.

Mientras centros de salud como los de La Jota o Delicias están dando citas para dentro de una semana, en otros como Hermanos Ibarra los médicos ven a sus pacientes en el mismo día en el que llaman para solicitar hora, aunque aseguran que también están registrando una mayor afluencia de enfermos.

En San José, los resfriados están saturando desde hace varios días las consultas y las citas se demoran de dos a tres días. Algo similar sucede en el consultorio de Fernando el Católico o en los que hay en el barrio de Torrero. En el Actur se cita de un día para otro.

Resfriados y virus

El frío de los últimos días, con termómetros que bajan de los diez grados centígrados, y los cambios bruscos de temperatura son las principales causas de que catarros y resfriados estén llevando cada día a miles de personas al médico.

En muchos casos se tratan de procesos víricos que incluyen también diarreas y problemas gástricos. Y eso que aún no ha llegado la época de la gripe, que suele llenar aún más los centros de salud y las urgencias hospitalarias.

No automedicarse y abrigarse frente al viento y el frío de estos días son los principales consejos que aportan los médicos de familia para evitar los catarros. Los síntomas más habituales de esta época del año son mucosidad abundante, estornudos, malestar general, cefaleas e incluso fiebre leve.

Los procesos suelen durar como mucho una semana, pero a veces se alargan si no se les pone remedio. En tal caso, lo recomendable es acudir al médico de familia y evitar las urgencias.

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