La investigación del atentado en el Manchester Arena el pasado lunes por la noche pone especial atención en el análisis de la bomba que el yihadista suicida utilizó, un dispositivo de fabricación casera que sin embargo tenía un diseño trágicamente sofisticado y mortífero.

Varias fotos de la policía británica en las que se muestran los restos del macabro artefacto han permitido deducir al diario The New York Times cómo era la bomba que se llevó la vida de 22 personas e hirió a más de sesenta, la mayoría de ellos situados en el semicírculo más cercano al yihadista y en la dirección de la carga explosiva.

Estaba fabricado con "reflexión y cuidado" para que fuera "potente, dotada de una carga rápida", dice el diario estadounidense, que asegura que la metralla, que se utiliza para maximizar los daños, "fue dispuesta con cuidado y metódicamente" y se componía sobre todo de tornillos y tuercas, que incluso atravesaron las puertas metálicas del pabellón.

Aunque aún no se ha podido determinar, porque lo harán los exámenes químicos, la cantidad de explosivo ni su composición, sí se sospecha que la carga iba en una mochila, por cómo quedó y a dónde fue a parar el torso del terrorista después de hacerse estallar.

Algo que tampoco está claro, pues el detonador era distinto y más sofisticado de los que se suelen utilizar en estos casos. La presencia de un circuito en lugar de un interruptor sencillo hace pensar a la policía británica que el artefacto podría haberse activado con retardo (se activa y pasado un tiempo hace exposión) o incluso de forma remota, o que incluso las dos opciones estuvieran disponibles.

La policía sospecha que esto podría deberse a que quien fabricó la bomba "tenía dificultades para fabricar un detonador fiable" y ya fuera el terrorista suicida o los miembros de su célula yihadista, querían asegurarse de que la bomba explotaría, de un modo u otro. Los expertos consultados por el citado diario piensan que el detonador iba en la mano izquierda del terrorista.

La batería que debía activar todo el sistema era también distinta a las usuales empleadas para este tipo de artefactos explosivos improvisados, pues era más potente de lo normal. En las imágenes filtradas, que han causado un enorme revuelo por la falta de secretismo en el caso, muestran esa batería, además de fragmentos de metal, tornillos, tela de color azul y negro de una mochila en la que aún se puede leer una etiqueta.