El objetivo de la sesión fue poner en contexto y debatir las alternativas terapéuticas que existen, así como analizar su evidencia científica, a fin de revisar y confirmar el uso apropiado de la triple terapia por "su superioridad en términos de eficacia, durabilidad y tolerabilidad" frente a terapias alternativas tales como la biterapia.

Uno de los temas en los que todos los expertos han coincidido es que los profesionales sanitarios y sus pacientes "deben reevaluar el impacto que tienen a medio y largo plazo el VIH y la acumulación de toxicidades de los tratamientos antirretrovirales".

Además, han destacado que las terapias recientemente disponibles y futuras van hacia fármacos con "menor toxicidad" con "altísimas tasas de eficacia", en general en pastilla única o en formas de liberación prolongada.

En particular, durante la jornada se ha destacado que recientemente se ha aprobado un nuevo antirretroviral, TAF, como parte del backbone, que ha demostrado "un beneficio en la reducción de las toxicidades frente a los backbones más antiguos", a nivel renal, óseo y sin asociación a un aumento del riesgo cardiovascular, consiguiendo al mismo tiempo elevadas tasas de eficacia.

La triple terapia es "el estándar de tratamiento actual" y "existe un enorme soporte científico que avala este concepto", han apuntado los expertos, que resaltan que existen datos preliminares que hacen pensar que, en determinados tipos de pacientes, "reducir el número de fármacos podría ser igual de eficaz".

"Está confirmado que la eficacia de la monoterapia es inferior a la triple terapia, por lo que su utilidad en la clínica también está limitada a pacientes concretos", han dicho desde Gilead Sciencies.

COMORBILIDADES

Durante el encuentro se ha puesto de manifiesto el reto que tienen los especialistas, manejar las comorbilidades y toxicidades que aparecen en esta población que va envejeciendo. Para ello, es necesario que estos pacientes "envejezcan de la mejor forma posible, detectando precozmente las comorbilidades y tratándolas adecuadamente, así como siendo proactivo en el cambio a tratamientos con menores toxicidades".

De hecho, las necesidades médicas no cubiertas que se presentan a los profesionales en la actualidad son todas aquellas derivadas de las comorbilidades: manejo de la osteoporosis y de la enfermedad cardiovascular.